Mientras estás en pausaMuestra

“En lo invisible”

Estar en PAUSA sabiendo que hay mucho por hacer y que podemos hacer mucho más si no dejamos de movernos, es irritante. Pero el sentimiento es aun peor cuando no sabemos cuándo volveremos a movernos, cuándo volveremos al estado PLAY. En ese momento, la sensación más bien es de miedo.

Algo así le pasó a Jesús. La Biblia nos deja ver que, aunque era el hijo de Dios, Él mismo luchó contra la sensación de saber que iba a morir. Tal vez porque, aunque confiaba en su Padre, como humano que fue cuando estuvo en la tierra, tenía una sensación extraña con respecto a su futuro. Sobre todo, con respecto a lo que sucedería en los próximos días.

Lo que ocurre a continuación nos quita el aliento. Mientras que, a la vista de la humanidad, el plan había fracasado porque en realidad, Él era el plan y ahora estaba muerto, sepultado, inmóvil, lo que ocurría en lo invisible tenía implicaciones eternas. Jesucristo estaba predicando, conquistando a la cautividad y, aparentemente, fue el momento en que arrebató las llaves de la muerte. Si Jesús no hubiera pausado, no habría conquistado la cautividad ni liberado a millones, incluyéndonos.

Durante tu pausa, una de las cosas más inquietantes es, justamente, no poder hacer nada, no ver que ocurra nada, estar (y de repente permanecer durante mucho tiempo) en nada. Sin embargo, recuerda que la fe es la que nos llama a confiar en que DIOS ESTÁ OBRANDO, aun cuando no podemos verlo. 

¿En serio crees que NADA de tu realidad está cambiando? Dios es especialista en obrar maravillas EN LO INVISIBLE.

Piensa por un instante, ¿qué partes invisibles de tu vida puede Dios estar formando en esta pausa?

¿Cómo afecta esto tu visión del futuro?