Lo Bueno de Lo MaloEjemplo

¿HASTA CUÁNDO DIOS?

A lo mejor has pensado que está pasando el tiempo y Dios aún no ha dado una respuesta a tu situación. Debemos entender que el tiempo de Dios no es como nuestro tiempo, que nuestra agenda no es como su agenda. 
Tal vez por el tiempo que lleva tu situación, hoy pienses que no hay más tiempo, que la oportunidad ya pasó, que tus posibilidades son tan mínimas que no hay más que hacer, pero sabes, aún queda lo más importante, lo que prevalece por encima de todo: LO QUE DIOS DIJO Y HARÁ, porque para Él el tiempo no pasa, las circunstancias no influyen y sus promesas son verdaderas y SIEMPRE SE CUMPLEN.
Entre la palabra que Dios te dio y la promesa, siempre hay un tiempo de prueba, tiempo de dolor, no todo el dolor es malo, hay dolores que son necesarios pasarlos y forman parte del proceso para preparar nuestro carácter.
El pueblo de Israel recibió la palabra de una tierra nueva (Canaán), pero para llegar a la promesa, había un desierto de por medio.
Aprende a confiar en las promesas de Dios, que más da si es este año o el que viene, si es en el tiempo perfecto de Dios jamás será tarde para ti.
Lo que no se ha cumplido todavía es porque Dios tiene una fecha mejor.¿Qué es lo que necesitas? 

1. Creer. Tu fe es la garantía de ver lo que hoy no está, y la completa seguridad de que a su tiempo Dios cumple TODAS sus promesa.
2. Aprender. Muchas veces hacemos más largo el camino en el desierto, porque no queremos disponer nuestro corazón a lo que Dios quiere enseñarnos. (Daniel 10:12-14)
3. En medio de la crisis, habrá buen futuro para ti. Tu esperanza no puede ser destruida. (Proverbios 24:14)
   El desierto es un lugar de luchas y muchas dificultades. A veces la vida no paga como debería, quita más de la cuenta y las circunstancias te hacen pensar que ya no puedes más. Pero quiero recordarte que estás bajo una palabra, es la Palabra de Dios, y él NUNCA FALLA. 
   Si estás pasando por una situación muy difícil, una enfermedad terminal, o perdiste lo que tanto amabas, quiero que sepas que vivirás para testificar el milagro que Dios va a hacer en medio del desierto. Vas a vencer, y todas las personas a tu alrededor van a saber que venciste. Así como Jesús venció cuando también estaba pasando por el desierto.
   

¡Recuerda, no importa el tiempo! ¡HABRÁ UN BUEN FUTURO PARA TI!