Grano de Mostaza - Capítulo: JesucristoMuestra

Amor extravagante

Hace tiempo un amigo me habló de una niña llamada Akiane Kramarik. Akiane es una poetisa y pintora estadounidense, y es considerada una prodigio de esta generación. Pero lo que la hace verdaderamente especial es que ella asegura que Jesús se la aparecía en visiones desde que tenía 3 años y que motivada por Él, empezó a pintar. Mi cuadro favorito se titula Príncipe de Paz. 

No sé si realmente será el rostro de Jesús o simplemente el producto de una imaginación bastante inquieta, pero cuando uno ve esa pintura; la profundidad en esa mirada, la compasión de su rostro; de alguna manera, ese joven carpintero colgado en la cruz, expuesto completamente desnudo ante la mirada morbosa de la gente, y masacrado con una violencia inimaginable, un sentimiento que no se puede explicar te invade. Te sobrecoge una sensación extraña, un nudo en la garganta y de pronto el hijo de Dios; el “Galileo” se vuelve real ante tus ojos.

¿Por qué soportó tanto dolor? ¿Habrá sentido miedo? ¿Qué habrá provocado en Él el hecho de que sus mejores amigos le dieran la espalda?

Pero la pregunta que más hondo resuena en mi corazón es: Si el sabía lo que iba padecer, ya que aunque en la tierra fue completamente hombre también fue completamente Dios; ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué intercambio toda la gloria del cielo por un sufrimiento brutal en la tierra?

Y la respuesta es simple: Por amor.