DescansoMuestra

Los tiempos de espera son tiempos de descanso 

Los tiempos de Dios son perfectos. Si algo no está sucediendo es porque aún no es tiempo. Créele a Dios por el qué pero también por el cuándo.

Cuando no vives conforme al tiempo de Dios, vives frustrado y con ansiedad. Como leímos en la historia de Habacuc, este profeta vivía frustrado porque no vivía en el tiempo de Dios. “¿Hasta cuándo?” era lo que más se preguntaba.

Los tiempos donde parece que nada está ocurriendo o los tiempos de espera, pueden convertirse en tiempo de frustración o en tiempos de descanso. 

He ido a conferencias en Australia y cuando regreso a México experimento un jetlag terrible. El jetlag es el trastorno temporal de sueño cuando viajas a otra zona horaria.

Algunos cristianos viven con un jetlag espiritual, porque Dios está en una zona horaria pero ellos insisten en estar en otra zona horaria. El Reino de Dios tiene temporadas y tiempos, pero muchas personas insisten en que el Reino de Dios obedezca a nuestros tiempos cuando debería ser al revés. Aprendamos a descansar en los tiempos de Dios; él está en control de todo.

Si Dios quiere que descanses, no corras. El orgulloso quiere correr cuando Dios quiere que descanse; el orgulloso quiere cumplir sus tiempos y no los de Dios.

Mucha gente vive intentando manipular los tiempos y eso los lleva a frustración y a estrés. Sus pensamientos están todo el tiempo en cómo lograr por ellos mismos lo que quieren, cómo resolver, o incluso pensando qué pudieron haber hecho diferente, enfocados en otro tiempo excepto en el hoy. Los justos sincronizan su tiempo con el de Dios.

Si Dios me prometió algo para el futuro lo creeré en el presente y descansaré en él y sus tiempos. Debo rendir el deseo de querer adelantar o atrasar mi vida y descansar en el presente que me ha tocado.

Oración

Dios, creo y confío que durante y después de mi temporada de descanso, serás glorificado. Quiero vivir conforme a los tiempos del Reino y no conforme mis tiempos, porque sé que tus planes son mejores. En el nombre de Jesús, amén.