Emociones Muestra

No importa cuál sea la batalla emocional que estés enfrentando o peleando hoy, cuando buscas la sabiduría de la Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo, tienes la victoria garantizada en la batalla que enfrentes. Tú ya no eres una víctima de tus emociones explosivas, sino más que vencedor por el gran amor con que Cristo te ama.

Dios tiene un plan para tu vida diaria; es uno de gozo, paz y victoria. Dios necesita desesperadamente que tú conquistes tus crisis emocionales porque es una parte importante de su gran plan. Si continúas revolcándote en los bajones emocionales de ira y depresión, el mundo se perderá del regalo que has sido creado para ser. Nunca debes pensar que solo eres un número para Dios y que puedes justificarte haciendo un desproporcionado espectáculo de tu decepción y temor. Tú no eres simplemente uno en la masa de la humanidad, sino un recurso valioso capaz de provocar un cambio significativo en este momento de la historia.

¿Vas a tratar de ser lo mejor posible? ¿O serás una sombra deformada de la humanidad que se desvía emocionalmente del plan de Dios para tu vida? ¡Dios te necesita! Él necesita que tú seas una demostración viviente de gozo y paz cuando su mundo se está cayendo a pedazos. Él necesita que tú seas una bella obra maestra de justicia y paciencia en una cultura que se ha vuelto loca. Dios necesita hombres y mujeres que declaren en cada generación: "Mi vida no se trata de mí y mis sentimientos. ¡Mi vida es servir a Dios y revelar su carácter a mi mundo!".

¿Serás recordado por la canción de tu corazón o por el lamento de tu vida? Todos dejaremos un legado que es determinado por nuestras elecciones emocionales diarias. El legado emocional y espiritual que tú elijas transmitir a las próximas generaciones es más importante que las finanzas, las casas o los terrenos que dejes. ¡A medida que observes la gran variedad emocional que tu cultura, herencia familiar y circunstancias ofrecen para sustentar tu vida, no olvides que Dios da lo mejor a aquellos que permiten que Él elija!