NO VEO NADAMuestra
“Después de esto el SEÑOR se le apareció a Abram en una visión y le dijo: «Abram, no te asustes. Yo soy tu protector, tu recompensa será muy grande». Pero Abram le dijo: —Oh Señor DIOS, ¿qué me vas a dar? Yo ni siquiera tengo hijos, y el heredero de todo lo mío es Eliezer de Damasco. Luego Abram dijo: —No me has dado hijos, por lo tanto, será un esclavo nacido en mi casa quien herede mis posesiones. La palabra del SEÑOR vino a él diciendo: —Él no será tu heredero. Tu propio hijo te heredará. Luego Dios llevó a Abram afuera y le dijo: —Mira bien el cielo, hay muchas estrellas, pero no las puedes contar ahora. —Pues bien, así ocurrirá con tus descendientes. Abram le creyó al SEÑOR, quien valió su fe como si hubiera realizado algo muy bueno y lo aprobó.”Génesis 15:1-6 PDT
Se vale quejarse, pero no quedarse.
Las situaciones que vivimos en diferentes momentos prueban la fe que tenemos en Dios y tienen el sentido de derribarnos o prepararnos para el acenso que Dios quiere que tengamos en nuestra relación con él. Las tormentas nos deben cambiar, en el sentido que podamos crecer en ellas como personas de fe y subir a otro nivel… no cambiarnos en cuanto a llenarnos de temor y estancarnos en el proceso. Abraham un viejo que no tenía muchas probabilidades nos enseña en génesis 15 que cuando Dios habla… a veces no es suficiente para nosotros que nos diga “no temas” o “todo va a estar bien” porque en ese momento Abraham tenía un serio problema. El problema que estaba viviendo era la falta de fertilidad… ¡no podía tener hijos! Dios lo había colmado de bendiciones, tenía ganados, tierras, dinero, esposa y una relación con Dios única. Pero no tenía un hijo. Y esto se le había hecho difícil a lo largo del tiempo ya que Dios mismo lo había escogido para que hiciera algo único… empezar una nación. ¿Pero, de dónde? ¿Como?... ¿cuando? Este problema que Abraham estaba pasando en génesis 15 también estaba empezando a formar en él un tumor. Un tumor que crecía con el paso del tiempo y cada vez más empezaba a matar la fe, el llamado y el propósito que Dios tenía ya escrito para él. Y… ¿el tumor de donde salió?
la queja es como un tumor maligno que crece cuando lo alimentamos con un plato de “darle la razón a los pensamientos negativos que vienen cuando las cosas no marchan bien”. A veces está bien quejarse… nosotros como Abraham somos humanos y es fácil rendirnos cuando vemos situaciones que no prometen un buen futuro. Quizá no estas como Abraham que no podía tener hijos, pero si estás cansado de un trabajo que quizá tú piensas no tiene nada que ver con el plan de Dios. O quizá esta complicado el hecho de graduarte de la universidad porque aun te falta pagar. O quizá el momento económico en tu casa se está viendo complicado y de pronto las “riquezas en gloria” que Dios promete no se ven. La provisión… la sanidad… el propósito no lo estás viendo y como Abraham estas alimentando un tumor llamado queja. Este tumor no permitió a Abraham tener fe en lo siguiente: si Dios le había llamado, le había proveído y lo había ayudado en todas sus áreas ¿Dios no lo haría en esa área que a él le faltaba? Abraham mismo estaba diciéndole a Dios. “Dios, de que sirve todo lo que me has dado… si no tengo un hijo a quien heredárselo.”
El día de hoy, Dios nos está diciendo las mismas palabras que le dijo a Abraham, cuando él se encontraba frustrado al no ver una familia en su futuro… Dios nos dice. “no te asustes, soy tu protector y tu recompensa será grande.”
Dios sabe lo que te has esforzado, Dios sabe que te falta, él sabe que hay para ti un gran futuro. Quéjate, porque está bien desahogarse y ser real con Dios, llora, grita, pataletea… pero no le hagas un espacio a la queja en tu mente, no le des posada en tu corazón, Esta queja trae desesperanza, la desesperanza trae temor hacia un futuro prometedor. Y si no veo un futuro prometedor es porque no tengo fe para verlo.
se vale quejarse, pero no se vale quedarse. Luego de la queja de Abraham la biblia dice que la palabra de Dios vino sobre él y Dios lo lleno nuevamente de seguridad. ¿Cómo salimos de la queja? ¡Con la palabra de Dios!
Acerca de este Plan
Quizá nuestro alrededor y el momento que estamos viviendo no es lo que esperábamos y mucho menos lo que pensamos que Dios quiere para nosotros. Nuestros ojos están viendo algo que quiere apagar la esperanza. Pero cuando vemos la derrota, Dios ve el inicio de una fuerza impulsada desde nuestra fe que sobrepasa las dificultades. Acompáñame en este devocional para ver las cosas que no son como si fueran.
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Nos gustaría agradecer a CARLOS ANDRES LOPEZ ALZA por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/devotion_jesus/