Ama a Dios, ama a tu familia.Muestra

Mi falta de perdón es tóxica 

¿Te has encontrado lastimando con palabras o acciones a las personas que más amas y no te explicas por qué tu corazón ideó esas palabras que desmotivaron y quitaron valor a esa persona tan importante en tu vida? ¡Yo sí! 

En el devocional de ayer te conté cómo en mí había una raíz de amargura desconocida que me hacía sentir que yo no era suficiente. Bueno, pues casi desde que nos casamos, mi esposa Kelly llevaba diciéndome que yo le hacía sentir como si nunca pudiera ser suficiente esposa para mí, o suficientemente buena pastora o madre. Confieso que primero creí que era un problema suyo y que ella tenía que trabajar con sus inseguridades; pero cuando Dios reveló mi raíz de amargura, Dios también abrió mis ojos para reconocer que eran mis palabras las que le habían hecho sentir que ella no era suficiente y que esas palabras venían de mi herida cuando niño.

En la última parte del versículo 15 del capítulo 12 de Hebreos, el Apóstol Pablo dice que nuestra raíz de amargura no solo nos estorba, sino que también contamina a las personas alrededor nuestro. En el griego, la palabra “contaminar” significa punzar y envenenar. Justo como el veneno de una abeja o una serpiente, tus palabras contra tu hijo, esposo o hermanos pueden contaminar su corazón. En ese versículo Pablo está citando Deuteronomio 29:18 cuando se habla de personas, incluso familias enteras que contaminan con “hiel” que significa amargo o amargura. 

En otras palabras, tu veneno personal produce un veneno público. Es probable que no te hayas dado cuenta, pero ese veneno está saliendo de ti y está llenando con veneno a otros. Como papás muchas veces no nos damos cuenta de que las reacciones de nuestros hijos son resultado de nuestra propia raíz de amargura.

Lo importante aquí es que no solo te hace daño a ti, sino que también contamina a quien más amas y no te has dado cuenta. Hoy te animo a que, no importando si eres padre, madre, esposa, esposo, hijo o hija; examines si estás hablando amor, aprobación, vida, o si estás hablando muerte, falta de amor, futuro malo, deshonra a tu cónyuge, padres, hermanos o hijos. 

Oración:

Dios, gracias por mostrarme que tu voluntad es sanarme y también traer paz a la vida de quienes me rodean, quita de mí toda amargura que haya contaminado a otros. El día de hoy decido hablar vida y amor sobre quienes me rodean. En Cristo Jesús, amén.