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De qué trata la Biblia

Una de mis primeras lecciones sobre la Biblia vino de la escuela dominical. La maestra nos dijo que la Biblia era el manual de instrucciones del ser humano. Más adelante me enseñaron que es un libro sagrado porque es la Palabra de Dios. Por mucho tiempo estas ideas fueron muy difíciles de aceptar para mí. Si la Biblia es un manual de instrucciones, parece ser de un modelo bien antiguo de la humanidad. Si la Biblia es la Palabra sagrada de Dios… pues podría ser más clara. La Biblia, como cualquier otro documento, tiene una trama o idea central y es mucho más que simplemente decir que es la Palabra de Dios o un manual de instrucciones.

La Biblia es una colección de libros que, en conjunto, narran cómo Dios creó a la humanidad como Su más preciado logro, porque nos hizo a Su imagen y semejanza. Luego, la humanidad se rebela contra Dios y Él ejecuta un plan para alcanzarla, salvarla de su pecado y volver a unirla a Él. Ese plan se llama Jesucristo. En otras palabras, la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalípsis, apunta a Jesucristo. El apóstol Pablo, en su segunda carta a Timoteo, nos confirma esta idea: «Recuerda que desde niño has leído la Biblia, y que sus enseñanzas pueden hacerte sabio, para que aprendas a confiar más en Jesucristo y así seas salvo» (2 Tim. 3:15, TLA). Vamos a visualizar la historia de amor entre Dios y la humanidad que nos narra la Biblia:

Cada pasaje que leamos en la Biblia debemos pensar cómo encaja en la narrativa de la Biblia. Por ejemplo, en el libro de los jueces vemos una serie de barbaridades que nos hacen sentir incómodos, pero, cuando ponemos el libro de los jueces en la narrativa de la Biblia, vamos a entender que el libro narra la condición de una humanidad caída que le da la espalda a Dios.

La Biblia es la historia de un Dios que no se rinde en su amor por ti y por mí. En este libro, sus autores nos ofrecen su perspectiva y sus experiencias para formar una imagen completa de Quién es Dios y, así, ir transformando nuestras vidas para ser más como Jesús. Cuando entendemos que todo lo que leemos forma parte de esta historia, la Biblia va a cobrar mucho más sentido y, en lugar de aburrirte, vas a leer cada pasaje con hambre y curiosidad de cómo tú puedes formar parte de esta hermosa historia.