Corazón de adoradorMuestra

Buscar a Dios de todo corazón

¿Escuchas el corazón de David anhelando a Dios en esta oración? ¿Su pasión, anhelo y deseo de Dios? ¿Te conmueve? ¿Despierta algo profundo en tu corazón?

Lo que hace que este salmo sea especialmente notable es la situación que se vivía detrás de estas expresiones. David está huyendo, escapa de su propio hijo, huye por su vida. ¿Te imaginas su corazón roto y afligido? ¡Su propio hijo! Y, sin embargo, aquí está, buscando a Dios con todo su corazón.

«Oh Dios, eres mi Dios». David dice: «Todo mi mundo se ha llenado de problemas, pero sigues siendo mi Dios. Eres el Dios Todopoderoso. Tú eres mi Pastor. Eres mi Dios y me verás a través de esto».

«En serio, te busco». No casualmente, no a medias, sino apasionada, ferviente y sinceramente. Esto no es un ritual religioso. Esto no es obligación. Esta es una historia de amor. Todo el reino está en juego, así como la vida de David. Y, sin embargo, aquí está, buscando a Dios con todo su corazón. ¿No es esta la grandeza de David? ¿su apasionado corazón por Dios?

«Mi alma tiene sed de ti; mi carne se desmaya por ti, como en un lugar seco

y tierra cansada donde no hay agua». No hay agua en

el desierto de Judea, y la sed de agua de David es una imagen de su

sed de Dios. Él dice: «Señor, solo tú puedes satisfacer los más profundos

anhelos de mi alma».

Pienso en la Madre Teresa, que estaba pasando por un período seco en su vida espiritual y aun así tenía tanta pasión por Cristo que ella hizo esta oración: «Quiero amarte, Jesús, como nunca has sido amado antes». ¡Qué corazón para Dios!

¿Por qué algunas personas tienen una pasión tan rara por Cristo? No lo sé.  En última instancia, este tipo de corazón para Dios es un regalo. Cada cosa buena es un regalo de Dios, y puedes pedírselo. Señor, dame este tipo de corazón para ti. Esta sed de ti. Este amor por ti.