La actitud de expectativaMuestra

En el mundo en que vivimos hay muchas expectativas. Quizás, hay cosas que esperas de ti mismo que conciernen a tu carrera o tu vida diaria. En esta vida, es cierto que, frecuentemente, nosotros oímos las palabras «la expectación» o «la expectativa». 

Hace unas semanas, estaba en la iglesia para la práctica de la alabanza. Antes de cada sesión, paramos por algunos momentos a orar para que no olvidáramos la razón por la que cantamos. En uno de esos momentos, hablamos de la expectación. Mi pastor empezó a hablar de cuántas horas servimos en la iglesia en una semana. Él dijo que si esas 10-12 horas que trabajamos como voluntario cada semana fueran las únicas que pasamos en la presencia de Dios, entonces, nos estamos perdiendo de mucho más. La expectación sin inversión es solo un deseo.

Creo que, muchas veces, estamos expectantes del futuro, y ¡eso es genial! Pero creo que hay una diferencia entre esperar y desear: espiritualmente, profesionalmente y, aun, relacionalmente. Frecuentemente, esperamos el cambio, pero no estamos dispuesto a invertir lo necesario para realizar ese cambio. Ves, cada persona en este planeta diría: «Quiero ver un cambio en mi relación con Dios» o «Quiero recibir una bendición financieramente», pero la mayoría de la gente no se atreve a decir: «Estoy dispuesto a hacer lo que sea para realizar el cambio en estas partes de mi vida».

Quiero ser una persona con la actitud dispuesta a hacer lo que sea. Quiero ser una persona que siempre esté expectante; una persona que sepa que, porque ha sembrado, puede ver las promesas de Dios en su vida.

A veces, pienso que olvidamos que la ley de sembrar y cosechar es una promesa de Dios. No es una fórmula para hacerte rico rápidamente o algo que escucharías en un seminario motivacional: ¡es una promesa! Hay que caminar por la vida como vencedores pase lo que pase. ¡Camina con la cabeza en alto y sé expectante porque Dios invirtió todo en nosotros!

¿Quieres ver el cambio? ¡Invierte, toma acción y mira cómo Dios cambiará tu vida!

Billy Honaker. Gerente de Cuentas Nacionales.