Tony Evans Explora La Reconciliación Racial Muestra

Imago Dei 

Todas las personas, sin importar su raza, comparten un origen común en Adán. El libro de los Hechos nos dice que todas las personas provienen de la misma fuente. Para ir un paso más allá, cuando miramos la creación de la humanidad, también aprendemos que la Deidad trina nos creó a Su imagen. En teología, llamamos a esto Imago Dei, en referencia al concepto de que los humanos somos creados a imagen de Dios. Una imagen es un espejo o un reflejo. Esto también significa que todos, independientemente de su raza u origen étnico, tienen valor intrínseco. La dignidad es innata, todos los humanos nacemos con valor porque somos creados a imagen de Dios. 

Por lo tanto, cualquier forma de racismo, elitismo, discriminación u opresión no es solo un problema social, sino que en su esencia es un problema de pecado. Tratar a un portador de la imagen de Dios de manera inferior porque es de una raza diferente es pecado. Y si vamos a lograr la unidad, lo primero que debemos hacer es hablar honestamente. Es decir, debemos llamar a cualquier forma de racismo, elitismo, discriminación u opresión exactamente lo que es: pecado. Dios solo puede comenzar el proceso de sanidad y unificación cuando se aborda el pecado. Comencemos a tratarnos como portadores de la imagen de Dios, personas hechas a la imagen de Dios todopoderoso. 

¿Cómo influye el Imago Dei en la forma en que ves otras razas, etnias y culturas?