No Me DetendréMuestra

Jesús nos ama tanto y desea una relación con nosotros. Las relaciones están hechas para ser continuas y llenas de comunicación recíproca. Jesús es persistente en su deseo de hacernos mejores porque quiere que produzcamos más frutos saludables. Donde la religión nos dice que hemos llegado a una posición de poder, nuestra RELACIÓN con Jesús es una comunicación constante sobre dónde estamos y hacia dónde vamos. El Espíritu Santo continuará señalando áreas de nuestras vidas que no están alineadas con su plan para nosotros, y continuamente tratará de ayudarnos a dar mejores frutos. Las relaciones suelen reflejar hacia nosotros las áreas en las que necesitamos dejar que el Espíritu Santo haga un poco más de trabajo en nuestros corazones. 

Preguntas:

1. ¿Qué área de tu vida no está dando frutos en este momento? Ponlo ante Dios esta semana y pídele que te hable en esa área.