Puedes correr, pero no puedes esconderteEjemplo

Nos hemos encontrado en una de las temporadas más difíciles que el mundo ha experimentado en mucho tiempo. Durante estos tiempos, es tentador correr o esconderse para no tener que lidiar con los desafíos, la angustia y las complejidades que nos rodean. A veces, cuando caemos en tiempos difíciles, podemos empezar a aislarnos, perder la esperanza, alejarnos de nuestro propósito y evitar las difíciles conversaciones que hay que tener, simplemente porque es más fácil que afrontarlo todo. Se ha dicho que "dondequiera que vayas, ahí estás". Todavía tienes que lidiar contigo mismo, no importa a dónde corras. La historia de Agar en el Libro del Génesis ilustra que podemos volver atrás y enfrentarnos a nuestros miedos con la fuerza y la protección de Dios. 

Preguntas:

1. ¿Existen situaciones de las que estás huyendo hoy, debido a la temporada en la que te encuentras? ¿Cuáles son esas situaciones? 

2. Escribe esas situaciones y pídele a Dios que te ayude a enfrentarlas con sabiduría divina.