PROBADO EN BATALLAMuestra

ARMADOS Y PREPARADOS

La vida es una batalla. Se pone dura. Esto es un hecho. Nadie está exento de las luchas ni de las dificultades. Las circunstancias fuera de control llegan y causan estrés y dolor y esto es solo una parte de la vida. La pregunta es ¿cómo responderás cuando llegan? ¿Qué haces cuando la batalla llega a tu puerta?

Nuestra respuesta está a menudo determinada por cómo nos preparamos y protegemos espiritualmente. Cómo te preparas para estos días es importante. El Apóstol Pablo insta a sus seguidores a ponerse la Armadura de Dios para poder estar firmes contra las dificultades.

Muchos se despiertan y viven cada día sin armadura de protección. Cuando vivimos sin protección, dejamos camino abierto para que Satanás, el maestro de la decepción, entre y nos destruya. Esta destrucción puede ocurrir de repente, pero a menudo ocurre de a poco. Cada día nos sentimos más cómodos con el pecado, más cercanos a los senderos peligrosos, y pensamos que estaremos bien, hasta que no lo estamos.

Usar la Armadura de Dios es confiar plenamente que Él nos protegerá y guardará cuando venga el enemigo como una inundación. El enemigo no quiere más que robar, matar y destruir. Debemos estar preparados y protegidos cada día.

Cuando confiamos en la Palabra de Dios y oramos continuamente estamos cubiertos por Su Espíritu. Su Palabra es una lámpara que guía nuestros pasos, nos lleva a responder a las circunstancias de la forma correcta. Cuando los compañeros de trabajo murmuran, estamos equipados para salir de los pensamientos y palabras malvadas. Cuando tu familia está dividida, la Biblia nos enseña a responder con amor y fe.

La vida tiene sus desafíos, pero Dios nos provee con todo lo que necesitamos para aplastar el dolor y mantenernos firmes cuando viene la batalla. Estamos destinados a ser un pueblo que ha resistido el paso del tiempo y se ha fortalecido al final. Solo podemos hacer esto poniéndonos la Armadura de Dios.

¿Cuáles son las áreas vulnerables que necesitas asegurar con la Armadura de Dios?

ORACIÓN:

Señor, al ponerme esta armadura,

Recuérdame tu fidelidad.

Ayúdame a confiar en tu palabra.

Permite que tu Espíritu me fortalezca.

Amén.