Hijos libres en un mundo cautivoMuestra

DÍA 10: HIJOS LIBRES Y HEREDEROS DE LO ETERNO

Ya hemos llegado al último día y quiero agradecerte por abrir tu corazón a la verdad de Dios. Es con mucho amor, porque todo aquí viene de su palabra y su palabra es una carta de amor para tu vida. Por favor, no abandones tu pasión por Cristo, nunca. 

Quiero rescatar la última de las enseñanzas del capítulo 1 de Daniel para este plan. Y tenemos que observar la identidad de Daniel << …De los hijos de Judá>> (Daniel 1: 6b). Él desarrolló este aspecto muy a fondo, y es la identidad por la que tienes que vivir, pero más allá; tienes que vivir por el Reino invisible de Dios. Lo que era Judá para Daniel, es El Reino de los Cielos para nosotros, y es que el Reino está aquí. Cuando fuimos perdonados y aceptamos vivir por fe, fuimos trasplantados de la muerte a la vida, ya no somos ciudadanos babilonios (de este mundo), sino que somos ciudadanos del cielo. Tienes que poner eso en tu mente. 

Toda la corrupción de este mundo, las corrientes de la moda, las redes sociales y las autoridades, la ciencia y el mismo cuerpo que tenemos, se quedarán en este mundo corrupto, y se convertirán en cuerpos incorruptibles (1 Corintios 15; 42 – 43). Por eso es por lo que es importante desarrollar nuestra fe, porque ya no vemos este mundo como nuestra herencia, sino las moradas celestiales que se hicieron para los fieles (Juan 14: 2 – 4). 

Si estás atravesando por momentos difíciles en tu ministerio, en tu familia o en tu vida profesional, y es por servir a Cristo, entonces debes saber que gran recompensa te espera cuando lleguemos ante el trono de Dios (2 Timoteo 4: 6 – 8). Pablo estaba a punto de morir por el evangelio y escribe una de las despedidas más poderosas. Él guardó su fe y había peleado como un valiente, y había terminado ya la carrera; y aunque estaba frente a la muerte, no tuvo miedo, porque su recompensa no estaba aquí, sino en el cielo. Este es un mensaje claro, Daniel no tenía su esperanza en Babilonia, sino en Dios y su Reino Santo. Haz lo mismo, no pongas tu esperanza en esta vida, sino en la eterna, a la que somos herederos. Solamente así podrás vivir libre de todo lo corruptible, de miedos, depresión y pasiones. Mira el Reino. 

Pero no solo esto, sino que tienes que vivir por el Reino, como lo habíamos hablado; somos Soldados de Dios contra el enemigo, contra las tinieblas y vamos a vencer. Lo vamos a lograr, rescatando almas y viviendo para salvar más almas (Romanos 10: 13 – 15). Tienes que llevar el mensaje a todo lugar al que puedas ir, desde tu casa hasta tu trabajo y estudios. Las personas necesitan ver luz porque ya hay mucha oscuridad, por eso enseña de la Biblia más que de tus trofeos, porque la Biblia es eterna (Mateo 28: 19 – 20). No solo anuncies, enseña. 

Es así como viven los hijos libres y herederos de lo eterno, considerando sus mayores logros como basura por ganar a Cristo, y todos los días trabajan para llevar más almas con ellos al Reino de los Cielos (Hebreos 11: 13 – 16). Vive del Reino de los cielos, orando todos los días. Vive en el Reino, obedeciendo la Palabra de Dios. Vive para el Reino de Dios, sirviendo y salvando almas. Vive esperando el Reino, adora a Jesucristo y espera su venida. No apagues el fuego de Dios por nada (Apocalipsis 12: 10 – 11). Jesús va a venir por los que esperan su Reino y aman su venida, y solo entonces todas nuestras preguntas serán contestadas. 

Jesucristo es nuestra herencia, Él nos salvó y Él nos lleva hasta allá, solo espéralo; porque un día, todas las oraciones que hacías de rodillas serán respondidas, y lo que veías borrosamente, verás con claridad, tocaremos sus heridas y besaremos su rostro. Tal vez lloraremos, adoraremos o simplemente nos derramaremos como perfume, solo sé que nada de lo que hayamos ganado aquí, se puede comparar con ver a nuestro amado Señor Jesús cara a cara (Apocalipsis 21: 3 – 8). Ya no le pertenecemos a este mundo. ¡Esperemos a Jesús con pasión!

PARA REFLEXIONAR: ¿Estás esperando a Cristo con pasión? ¿Sinceramente, deseas ver a Jesús venir? ¿Te preocupa que cuando venga no hayas logrado nada en este mundo?

Hay algo que aprendí de mis tiempos de oración: Muchas veces que me interno a orar, he podido disfrutar de la presencia de Dios y su abrazo lleno de poder y amor. A veces mi fe se debilita un poco y cuando lo busco no siento nada; sin embargo, Él se las ingenia para hablarme. No imagino lo poderoso que será verlo cara a cara, un sueño hecho realidad, ver sus heridas y besarlas, su belleza y alabarlo, su grandeza y caer postrado. No puedo adivinar lo que haré en ese momento, pero sé que sería imposible mantenerme de pie; no imagino la emoción y la alegría de ver a quien amo, de quien leía en la Biblia y me enamoraba cada día. ¡Cómo reaccionará mi corazón al correr a los brazos del que salvó mi vida cuando estaba muriendo! Definitivamente todas mis preguntas serán contestadas. Quiero verlo otra vez.

¡Recuerda que eres un Hijo muy amado por Dios! Él está impaciente por encontrarse con nosotros y nunca más soltarnos. 

 Si te agradó este devocional, te invito a leer el ensayo completo:  

https://lionsandfire.blogspot.com/

Hemos acabado nuestro plan devocional del primer capítulo de Daniel y, si Dios quiere, tendremos un plan diseñado para el segundo capítulo. 

Si has recibido a Cristo en tu corazón y deseas tomar la decisión de aprender más de Él, o cualquiera de las dos cosas, te invito a unirte a nuestro grupo de estudio bíblico en español puedes escribirme a abrahangonzales05@gmail.com

Somos Discipuladores21 y nos gustaría orar con usted, contáctenos en: https://perunororiente.com/conoceajesus/

Agradecimientos finales:

Autor:  Abrahan Gonzáles 

Revisión: Rev. Adán Sánchez Paredes y Pr. J. David Sánchez Medina

Editorial:  riseuphoy.com