Seis Semanas De Humillación EspiritualEjemplo

Nuevo Tiempo Sobrenatural...

Seis Semanas de Humillación Espiritual. 36 Lecciones,

De Lunes a Sábado

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LECCIÓN 22: PREPARANDO EL AVIVAMIENTO: 

Limpiando el camino: Destruyendo ataduras y ligaduras, fortalezas y altares extraños.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Entendamos las diferencias entre ataduras y ligaduras, fortalezas y altares extraños, para tener la libertad de crecer en la intimidad con Dios, la Fe y la Gracia.

Este pasaje es muy revelador: Isaías 27:6, 9 (NVI).

“Días vendrán en que Jacob echará raíces, en que Israel retoñará y florecerá, y llenará el mundo con sus frutos”.

“Así quedará expiada la iniquidad de Jacob; esta será la única condición para que se le perdone su pecado: que reduzca a polvo todas las piedras del altar, como si moliera piedra caliza, y no deje en pie ninguna imagen de Aserá ni altar de incienso alguno”.

Pregunta para ti: ¿Cuál es la única condición para que se le perdone a Jacob su iniquidad y pecado?

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Los casos de los pecados de Saúl y David, nos traerán mayores luces sobre el tema de hoy (Esto puede ser muy revelador para tu situación… Ora al Espíritu Santo):

David pecó gravemente contra Dios (se recuperó pronto por su nivel profundo de humillación y quebrantamiento espiritual: Leer el Salmo 51).

Saúl levantó altares al enemigo y nunca se recuperó (Porque no reconoció su pecado).

David cayó en pecados graves… Y se quebrantó profundamente.

Saúl practicó el pecado y nunca lo reconoció. Más bien lo minimizó (No se pudo recuperar).

Una cosa es caer en pecado. Y otra es practicar el pecado. ¡Gran diferencia!

La práctica del pecado te lleva a tener ataduras y ligaduras pecaminosas, fortalezas y altares extraños, dado que no hay humillación verdadera.

¿Qué es Pecado? Lo que no agrada a Dios. Lo que está en contra de Él.

¿Qué es atadura o ligadura? Intensidad y frecuencia de la práctica del pecado.

¿Qué es una fortaleza mental? Pautas de pensar negativas que están grabadas en nuestra mente: Tatuaje en la mente.  

Saúl tenía un altar llamado «celo y envidia». Ese altar lo impulsaba a querer matar a David.

Saúl se arrepentía de querer asesinar a David, pero no se arrepentía lo suficiente como para destruir el altar que había dentro de él.

Por la práctica del pecado, Saúl ya estaba enfermo con las tres “D”: Despistado, Desorientado y Desenchufado del Lugar Santísimo. Su comunión con Dios estaba totalmente rota. Y aunque clamaba, Dios no le escuchaba, porque él no se arrepentía de verdad (Recuerde el tema de remordimiento y arrepentimiento que ya tratamos en el Día 3 de este manual… Sería bueno que repase bien ese tema).

Saúl pudo haber resuelto su vida espiritual, si se humillaba de verdad. Pero no quiso y no pudo, porque era muy rebelde y orgulloso. Tanta fue su práctica de estos pecados que decidió ir a consultar a una adivina (por soberbia), porque Dios no le escuchaba.

El altar extraño ya tenía poder sobre la vida de Saúl. A tal punto que por muchos años persiguió a David. Lo que más anhelaba Saúl no era a Dios sino matar a David (El altar era fuerte).

Saúl -al levantar altares- escuchaba muchas voces: Corazón dividido, desenfocado y distraído. Tan mal estaba que se levantó a sí mismo un monumento, en lugar de levantarle un altar a Dios: "Saúl se fue a Carmel, y allí se erigió un monumento. Luego dio una vuelta y continuó hacia Guilgal" (1 Samuel 15:12b NVI).

En la vida de Saúl vemos que la práctica del pecado sucede porque NO hay una humillación y quebrantamiento verdaderos. Y esta práctica te lleva a una vida de ataduras y ligaduras carnales/pecaminosas. Si sigues la práctica del pecado, se constituyen fortalezas mentales, emocionales y culturales. Si sigues la práctica del pecado, entonces, sin darte cuenta, el pecado se levanta un altar extraño.

Po este motivo, Dios nos enseña -en su Palabra- el tratamiento “debido y oportuno” del pecado.

Un líder lucha por mucho tiempo con el pecado. Y sigue sin salir de él, porque no ha derribado y destruido el altar que -sin darse cuenta- levantó a los enemigos.

El altar extraño a Dios aún digita para que no nos arrepintamos del pecado, nos distrae con el pecado para que no veamos el altar. En un sentido, seguimos creyendo que es un pecado sencillo, pero ya es un altar que tiene dominio fuerte en nuestras vidas.

TOMA TIEMPO PARA ORAR

Pide al Espíritu Santo que te muestre este tema de “práctica de pecados” en tu vida: Pueden ser celos, envidias, enojos, lascivia e impurezas sexuales, orgullo, rebeldía, mentiras, doble ánimo, dudas, incredulidad, pleitos y contiendas, afán, ansiedad, desánimo, derrotismo, negativismo, etc.

Anota ataduras y ligaduras de pecados y altares que te muestre Dios:

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Recuerda el pasaje revelador de Isaías 27:9 (NVI)

“Así quedará expiada la iniquidad de Jacob; ésta será la única condición para que se le perdone su pecado: que reduzca a polvo todas las piedras del altar, como si moliera piedra caliza, y no deje en pie ninguna imagen de Asera ni altar de incienso alguno”.

Dios pide 2 cosas:

1.    Humillación para destruir los altares.

2.    Consagración para construir un nuevo Altar.

COMPROMISO CON DIOS: Después de estudiar este tema, ¿a qué te comprometes hoy?

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TRES acciones espirituales necesarias, que hace Dios, si le permites:

1.    Confesar y arrepentirse de pecados, ataduras y ligaduras, fortalezas y altares ajenos.

2.    Derribar altares ajenos o extraños: Romper todos los “acuerdos con los enemigos”.

3.    Reparar o restaurar el altar (En caso extremo de práctica del pecado, es construir o levantar un nuevo Altar: Pedir un nuevo corazón: Ezequiel 36:26)

Desafío: De tener muchos altares… A tener UN SOLO ALTAR

En mi vida – En mi casa – En la empresa – En la iglesia – En el ministerio.

PROMESA DE DIOS:

Dios nos hará echar raíces, retoñar, florecer y llenar el mundo con sus frutos.

Raúl e Isabel Justiniano

Movimiento Internacional Intimidad con Dios.