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La Biblia

Algunas personas piensan que la Biblia es solo una colección de reglas y mandatos que se pueden usar como un cuadro de mando religioso. Si haces lo correcto, obtienes puntos. Si haces las cosas mal, pierdes puntos. Si obtienes un puntaje lo suficientemente alto, pasas la prueba, pasas la clase y no eres expulsado.

O algo así.

Pero en lo absoluto, no es así cómo funciona la Biblia. La Biblia es una historia, desde el principio de los tiempos hasta el final de los tiempos, que trata principalmente sobre Dios, pero también sobre los seres humanos y cómo pueden tener una relación con Dios y vivir la vida con Él y para Él.

Una cosa que todos sabemos sobre los humanos es que les gusta traspasar los límites y, a veces, se sienten tentados a hacer cosas que no son buenas para ellos, para el mundo o para las demás personas que los rodean. Mucho antes de que Jesús naciera, Dios proporcionó algunas leyes específicas para ayudar a las personas a vivir de manera correcta, segura y diferente a quienes los rodeaban, quienes adoraban dioses falsos y seguían religiones falsas.

El Antiguo Testamento (la sección de la Biblia que viene antes del nacimiento de Jesús) contiene 248 mandamientos (cosas correctas que hacer) y 365 prohibiciones (cosas incorrectas que no se deben hacer). En la época de Jesús, los líderes religiosos conocidos como fariseos trabajaron muy duro para obedecer todo en el Antiguo Testamento y exigieron que otras personas también siguieran todas estas reglas.

Cuando Jesús dijo: "Porque les digo a ustedes que no van a entrar en el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los maestros de la ley." (Mateo 5:20 NVI), no quiso decir que la gente debería tratar de obtener una mejor "puntuación" que los fariseos. El punto no es caminar pensando: "Hoy obedecí 200 mandamientos de 248. ¿Qué hay de ti?"

Obtener una buena "puntuación" no es lo que hace que una persona esté bien con Dios. Jesús se encargó de eso Él mismo cuando murió en la cruz y resucitó. Tratar de obtener una puntuación perfecta en "seguir todas las reglas" no es la clave de la vida. La clave de la vida es conocer a Jesús y dejar que nos cambie desde adentro hacia afuera. Quiere que le obedezcamos por amor, no que solo sigamos las reglas por miedo u orgullo.

La Biblia lo expresa de esta manera: "La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón." (1 Samuel 16: 7b NTV)

Mantener una puntuación religiosa es una pérdida de tiempo. Amar y obedecer a Jesús es lo único que cuenta.

PARA PENSAR:

¿Cuáles son algunas de las formas en las que has intentado mantener una puntuación con Dios?

¿Cuáles son algunas de las formas en las que Dios está cambiando tu corazón?

¿De qué manera estás aprendiendo a obedecer a Dios cada vez más?