La Navidad Es JesúsMuestra

RENDIDO A ÉL

Para poner en contexto los versículos de lectura inicial, debo decirte que, unos magos reciben la revelación del nacimiento del Rey de los judíos y comienzan a consultar dónde estaba. Herodes se entera, y turbado comienza a hacer averiguaciones. Los sacerdotes y escribas le dicen dónde va a ser el nacimiento. Los magos fueron dirigidos a Belén por el Rey, solicitandoles que le avisen cuando lo encuentren, así él también pueda ir para adorar al niño. Finalmente los magos lo encontraron y lo adoraron, pero fueron alertados por sueños de no avisarle a Herodes y regresaron a su tierra.

Ahora veamos lo que José y María deben enfrentar. Herodes desea matar a Jesús, utilizando a los magos como informantes, pero fallando. Es entonces que manda a matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén y alrededores. ¿Qué está ocurriendo? Aquí hay dos cosas que debemos prestar atención; primero Herodes queriendo matar a Rey de los judíos por ser una amenaza a su control como rey, y la segunda es a José huyendo para proteger a Jesús.

Siempre habrá dos enemigos que querrán matarlo a Jesús. Uno será satanás, que tentándote y persiguiéndote intentará hacerte volver al pecado y así romper esta comunión con Dios, y el segundo enemigo es aún más cercano y es tu propio yo; así es, tu ego es quien te llevó a vivir bajo propias decisiones erradas, a tener el control. Día a día Jesús te pedirá ese control para guiarte a una nueva vida de esperanza y amor. Sentirás amenazado tu reino, pero tranquilo, Él respetará tu voluntad. Recuerda que hacer tu voluntad terminará matando la de Él.

Por último, así como José, debes proteger a Jesús. Esto permitirá el crecimiento y sano desarrollo de la vida de Jesucristo en vos. La lectura de la biblia, la oración y el llenarse de su presencia harán que huyas de las influencias que querrán acabar con Él. Rendirte a Jesús lo mantendrá vivo en tu corazón. 

Oración: Señor reconozco cada enemigo que quiere destruir mi nueva vida. Rindo el control a vos y me tomo de las palabras de Jesús; hágase tu voluntad y no la mía. Ayudame alimentar la vida de Jesús, para que crezca y se desarrolle su carácter y persona en mí. Amén.