¡Haz Que Suceda!Ejemplo

La mediocridad.

La mediocridad se torna en una forma de vida. El de actitud mediocre se pierde grandes momentos y buenas posibilidades. Las mejores oportunidades están reservadas para quienes buscan y practican la excelencia.

Actuar con mediocridad no solo es producir resultados de baja o mala calidad, sino que también es mostrar falta de valor o de interés. Personal creo que la mediocridad es hacer menos de lo que podemos hacer según la capacidad que nos fue dada y no esforzarnos por desarrollar esa capacidad. 

Hay algo respecto a la mediocridad que es muy peligroso ya que ella genera celos, resentimiento y lleva a menospreciar a otros.

Los que actúan con mediocridad critican a quien persigue la excelencia porque le representan un gran peligro, ya que con sus resultados les exponen y dejan al descubierto la pobreza de su ejecución. Los excelentes siempre están subiendo el nivel, con su esfuerzo encuentran y generan oportunidades, lo cual implica que el mediocre se ve en la necesidad de moverse más y esforzarse más para no quedarse atrás y eso le hace enojar. 

El problema aquí es que el de actitud mediocre suele no hace nada para mejorar, sino que se resiente con el excelente y lo acusa de presumido, altivo o de creerse el mejor.

¡Noticia! Los excelentes no es que se creen mejores, lo que sucede es que, de hecho, en temas de ejecución y resultados son mejores. 

Si te resientes cuando alguien obtiene mejores resultados que tú, deja de buscar las excusas o hacer señalamientos de las supuestas razones por las cuales él lo logra cosas y tú no, más bien dedícate a busca maneras de mejorar lo que haces.

También pasa que la mediocridad genera nulidad. Muy pocos toman en cuenta al mediocre, pero no es por un problema personal con ellos, sino que sus resultados poco destacados no resaltan, eso deja a las personas que se comportan así, atrapadas y olvidadas en una jaula.

Ser excelente no significa ser perfecto o ser mejor persona que los demás, pero si implica buscar la mejoría, esforzarse por sacar el mejor provecho, ser diligente y generar mejores resultados, lo cual hará que la persona que actúe así se destaque, resalte y avance. 

La mediocridad atrofia el crecimiento, impide cualquier tipo de desarrollo, incluso pasma la capacidad de soñar, y cuando tu fe se ve afectada lo siguiente no es bueno. El que busca la excelencia siempre tiene en su corazón esperanza y optimismo, está completamente convencido que lo mejor siempre está por venir y por eso lo busca activamente.

Los esforzados, apasionados y dispuestos a pagar el precio, los que ejecutan cuidando los detalles y procuran los mejores resultados, esos son los excelentes  y estos tendrán el camino abierto hacia un futuro mejor.