Sonríe, ¡Eres Libre!Muestra

¡Confiesa!

Decir a otros en qué fallamos, es algo realmente difícil, se necesita mucha confianza y valentía para hacerlo, sin embargo, confesarlo a otros nos dará herramientas para dejar el pecado, y el confesarlo a Dios no solo nos dará herramientas sino que nos librará de la culpa que trae practicar el pecado. 

Un principio básico cuando un adicto a sustancias pide ayuda es que tiene que rendir cuentas de manera constante a su padrino, mentor, líder, pastor, o en su grupo de apoyo. Esto quiere decir que no basta con que lea, con que se interne, con que se prepare o se desintoxique, un adicto tiene que aprender a confesar su pecado a otros de manera constante, no importa qué tan vergonzoso sea, o si es la vigésima vez que confiesa lo mismo. 

Te tengo una noticia, tú no te libras de hacer esto, aunque probablemente nos seas adicto a sustancias (si lo eres pide ayuda a alguien maduro) sí eres adicto a pecar. 

Nadie puede decir que nunca ha pecado, de hecho si somos honestos, pecamos diario, así que te animo a que ores a Dios por alguien a quien puedas confesar tu pecado y que cumpla con las siguientes características: 

1. Que tenga una relación personal con Cristo 2. Que conozca la Biblia 3. Que sea una persona congruente (que vive lo que predica) 4. Que sea discreto, no te gustaría que otros se enteraran de tus luchas. 5. Que sea amoroso y no juzgador, no quieres sentirte más culpable de lo que ya te sientes

No es imposible encontrar alguien así, empieza orando a Dios y siendo intencional en tu búsqueda.

La verdadera libertad se encuentra reconociendo que necesitas la ayuda de otros. ¡Sonríe! Eres libre al no estar solo.