¿Cuándo, Dios?Muestra

ORACIÓN:

Dios, ayúdame a hacer a un lado las distracciones y preocupaciones del día para enfocarme en Ti. 

LECTURA:

Cuando Dios no está atento - Parte 1

Este Plan de lectura se enfoca en tres historias del Nuevo Testamento sobre hombres que sintieron en un momento particular de sus vidas que Dios estaba poco atento, desinteresado y retrasado. Ellos nos enseñan que podemos pasar por momentos difíciles en los que nos sentimos alejados de Dios y aún así, mantener nuestra fe. 

Nuestra primera historia comienza con un hombre llamado "Herodes el Grande". Se le llamó así no porque fuera una gran persona, sino porque fue un gran urbanizador. En realidad era una persona horrible, entre otras cosas malas, mandó asesinar a los bebés de Belén cuando se enteró que un rey había nacido y que entraría en conflicto con sus metas y ambiciones. 

Cuando Herodes el Grande murió, su reino se dividió entre dos de sus hijos: Herodes Arquelao y Herodes Antipas. Su tercer hijo fue Herodes Filipo. Una sobrina, Herodías se enamoró de Herodes Filipo. Se casaron y tuvieron una hija llamada Salomé.

Después Herodías se divorció de Herodes Filipo y se casó con su hermano, Herodes Antipas. Ella se convirtió en la reina de Galilea. 

Dios envió a Juan el Bautista (quien fue primo de Jesús) a Galilea para predicar el arrepentimiento a la gente. Les dijo que Dios iba a hacer algo impresionante y que debían estar preparados: no reconocerían la obra de Dios si tenían pecado en sus vidas. Y era un héroe entre la gente. 

Cuando Herodías se mudó al palacio con el nuevo rey Herodes y se convirtió en su esposa, esto iba en contra de la ley judía. Juan la confrontó diciendo que había pecado contra Dios porque se había casado con el hermano de su esposo.

Así que Herodías odiaba a Juan el Bautista y quería verlo muerto. Pero su esposo tenía miedo que hubiera una rebelión contra él como rey entre el pueblo judío si lo hacía.

¿Qué sucede después? Lee cómo Marcos, un seguidor de Jesús del primer siglo, registra lo que ocurrió. 

Porque el mismo Herodes había dado órdenes de arrestar y encadenar a Juan. Lo hizo por causa de Herodías, la esposa de su hermano Felipe, con quien se había casado. Porque Juan había dicho a Herodes: "No te es lícito tener la mujer de tu hermano". Marcos 6:17-18

Juan se está refiriendo a la ley del Antiguo Testamento, no a la ley romana ni a la griega. Él los estaba haciendo responsables ante la ley judía. 

Pero Herodías le acechaba y deseaba matarle, y no podía; porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo. Marcos 6:19-20

Herodías no sólo quería a Juan en la cárcel; lo quería muerto. Pero Herodes le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Herodes sabía que Juan no merecía morir. También sabía que si la gente en Galilea se enteraba que había ejecutado a su héroe, no sería bueno.

Así que Juan el Bautista estaba sentado en la cárcel. Él había sido enviado a anunciar a Jesús, y lo había hecho. Bautizó a Jesús. Había hecho todo lo que Dios le había pedido hacer. Y ahora estaba en prisión por hacer lo correcto. Jesús estaba sanando a la gente y haciendo todo tipo de cosas por extraños, pero no estaba haciendo nada por su primo. Y Juan comenzó a tener dudas acerca de Jesús.

En la lectura de mañana, Jesús nos ofrecerá un modelo para saber cómo actuar cuando también nos sentimos abandonados y lejos de Dios.

REFLEXIÓN:

¿Puedes pensar en un tiempo en tu vida en el que parecía que Dios estaba poco atento, desinteresado o se retrasaba? Tal vez estás en uno justo ahora. ¿Cómo ha afectado esa experiencia tu fe?