Tiempo De CrecerMuestra
2 día: Cambia el llanto
¿Cómo está tu semilla? Es tiempo de crecer, pero tal vez los afanes de este mundo, los problemas, las preocupaciones y los deseos que quieres lograr no te dejan enfocarte en tu crecimiento. Al verte en un estancamiento te sumes en el llanto y la depresión. La ansiedad por alcanzar lo pasajero y a la vez obtener tu desarrollo personal, emocional y espiritual no te permiten vivir en paz. Entonces tu semilla no puede crecer y llega la frustración.
Y puede que se traten de cosas buenas para ti y tu familia las que deseas alcanzar, pero no es el tiempo y tu obsesión detiene otras bendiciones que Dios tiene para ti. Veamos el caso de Ana. Ella quería tener un hijo, pues sabemos que la esterilidad en ese tiempo no era bien vista. Además, Penina, la otra esposa de Elcana, se burlaba de ella. Ella oraba con amargura en su alma y lloraba abundantemente. ¿Cuántas veces te has sentido así? Deseas tanto una petición que tu corazón desfallece. Tu semilla se estanca, pues solo vives para pedir lo que tu corazón anhela. Tus lágrimas ahogan la semilla, no hay crecimiento.
Yo también he vivido procesos dolorosos que me han hecho llorar amargamente y mis lágrimas han ahogado mi semilla. Son esos espacios donde he sentido a Dios lejos, pues no he visto la respuesta que mi corazón anhela. Sin embargo, ese proceso que he experimentado ha sido parte de mi crecimiento. En el momento no lo he podido ver. ¿Quién imagina que la pérdida de un empleo o un divorcio pueden obrar para bien, pueden ayudarte a crecer? En estos instantes puedo decir que no fue el final de mi vida. Que cambiar mi llanto y permitir que Dios obrara en su tiempo me devolvió la esperanza y pude salir del estancamiento. Comencé a ver el crecimiento que me hacía falta en cada una de las áreas de mi vida y descubrí una mujer fuerte guiada por Dios. Asimismo, le pasó a Ana y pudo ver el nacimiento de Samuel, pero en el tiempo de Dios.
Hoy es tiempo de crecer, cambia el llanto por la certeza de que Dios está en control y usará tus circunstancias para que puedas desarrollarte. El segundo paso es: tus lágrimas tienen un propósito en tu crecimiento, pero no pueden durar para siempre, pídele a Dios que las cambie por gozo y alegría.
Acerca de este Plan
¿Te has sentido como una semilla que no crece? ¡Llegó tu tiempo de crecer! Tal vez no estás en el terreno correcto o no tienes la actitud adecuada para poder desarrollarte y lograr el potencial que Dios quiere para ti. Eso ha traído llanto, confusión, falta de esperanza e inacción y ha detenido tu proceso de crecimiento. Te invito a reflexionar qué te detiene para que te desarrolles.
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Nos gustaría agradecer a Elizabeth Vargas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.masquevivir.com