22 Días De Limpieza, Sanidad Y Restauración Para Tener Intimidad Con DiosEjemplo

¿CÓMO EMPIEZA LA VIDA UNIDA A CRISTO?

La vida unida a Cristo empieza con Oración de los atrios, que le lleva a la Oración del Lugar Santo, que le lleva a la Oración del Lugar Santísimo, a orar desde allí.

El Lugar Santísimo significa vida de unidad con el trino Dios. Allí ya no se confiesan pecados (eso se hace en los atrios) porque antes hubo un tratamiento y está listo para la comunión con Dios. Ya tiene una vida desde el Lugar Santísimo, de donde pastorea, lidera o aconseja.

La vida unida a Cristo empieza con un espíritu de humillación y quebrantamiento que le permite tener limpieza y purificación.

Así como se practica la higiene física todos los días, uno debe lavarse con la sangre de nuestro Cristo ya que nos contaminamos y necesitamos tener un momento de arrepentimiento, de humillación y quebrantamiento. Debe pedir que Su sangre le limpie, purifique, santifique y saque toda esa suciedad de su cuerpo (ojos, oídos, boca…), de su alma (mente, emociones, voluntad) y de su espíritu.

Humillación 1: 

Debido a pensamientos sucios o actitudes negativas, se puede contristar nuestra comunión con el Señor. En ese momento debemos volver a la unidad con su Padre celestial.

AHORA, INVIERTA UNOS MINUTOS HACIENDO ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO Y CONFESIÓN.

Humillación 2: 

Cuando su “yo” muere, hace posible que fluya la vida de Dios. La oración de Rendición Espiritual hay que hacerla todos los días (y con frecuencia). Tenemos que decirle: Yo me rindo a ti, me someto a ti, quiero morir a mí mismo, quiero negarme. No lo que yo quiero o pienso, sino lo que tú quieres o piensas. 

AHORA, INVIERTA UNOS MINUTOS HACIENDO ORACIÓN DE RENDICIÓN ESPIRITUAL.

Humillación 3: 

Tiene que desprenderse de ciertos objetos, de personas a quienes dio el lugar de Dios, de su manera de pensar, de aquellas creencias religiosas que le alejan del Señor (la creencia válida es la revelada por el Espíritu Santo y la Palabra).

La Biblia habla de obediencia completa o perfecta. Sin embargo, la mayoría de los Cristianos se conforma con la obediencia parcial. Por lo tanto, siendo “tibios” ya sienten que están muy bien. Pero al Señor sólo le gusta la obediencia total.

PRINCIPIO: Sin purificación, sin rendición, sin renuncia, no puede haber comunión con Dios.

AHORA, INVIERTA UNOS MINUTOS HACIENDO ORACIÓN DE RENUNCIA ESPIRITUAL.

Humillación 4: 

Su oración, ¿le agrada a Dios? ¿Le llega? ¿Lo ministra? La canción “Espíritu Santo”, de Marcos Brunet, dice: “Yo me uní a ti, Señor, y soy uno contigo, uno contigo. En honor a ti rindo mi corona. Eres la persona más importante para mí…”

¡Esa es una Oración de Consagración! Dile al Señor: Dios: Hoy te entrego lo que más amo. Quiero rendirme y renunciar a todo lo que soy y tengo. No soy dueño de nada. Ni siquiera mi vida me pertenece. Tú, Jesús, eres mi propietario porque me compraste con precio de sangre. Me uno a ti. ¡Quiero ser uno contigo!”.

PRINCIPIO: El avivamiento vendrá cuando tengamos un estilo de vida de estar UNIDOS a Cristo. 

AHORA, INVIERTA UNOS MINUTOS HACIENDO ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN. 

RECOMENDACIONES

 ✓ Orar por AVIVAMIENTO PERSONAL Y FAMILIAR.

 ✓ Agradecer a Dios porque le está visitando durante este ayuno. Clamar para que Su visita transforme todo, para ¡Su gloria!

 ✓ Orar por AVIVAMIENTO en nuestra IGLESIA y DENOMINACIÓN, en todas las iglesias de nuestra ciudad y nación.