El Poder Del Perdón.Muestra
Devocional – Pero… no me pidieron perdón. Ora por ellos, sanas sanando a otros.
Mientras no estuve inmersa en una situación grave, la palabra perdón me resultaba muy fácil, en realidad siempre había creído que las ofensas se recibían de personas mal educadas e incluso de los enemigos declarados, pero toma un rumbo distinto cuando la ofensa viene de alguien cercano y que realmente tiene un lugar especial en tu corazón.
Y entonces sucedió, me vi en medio de una situación que parecía de película; realmente quería venderle mi historia a Netflix, la trama era sorprendente y la manera en como miraba la revelación era sobrenatural, de verdad creí que estaba viviendo una película de terror y que pronto todo se iba a aclarar, pero no, mi realidad era esa y la persona en quien yo confiaba me había fallado, algo a lo que yo llamaría “alta traición” sin miedo a exagerar. Pero regresemos al punto clave, todos en nuestra vida hemos sido heridos por algún “Judas” que nos traiciono, esas personas con un espíritu engañoso, alguien que camina junto a ti, que tiene tu confianza y tu más alta estima y que de repente sin explicación te vende; por treinta monedas de plata, hoy en día por un interés o beneficio de por medio.
Duele y duele demasiado, no sabes si sientes dolor, tristeza, ira, odio o todo junto; no lo entiendes, no sabes cómo es que eso paso y las preguntas cada vez son más y las respuestas no llegan ¿Por qué lo haría? ¿En qué momento sucedió? ¿Quería hacerme daño?¿No se supone que cuidaría de mí?, mientras más nos empeñamos en encontrar respuestas, más carecemos de paz y es entonces cuando Dios entra en acción, en rescate de nuestro corazón, de nuestro quebrado corazón; Él viene a abrazarnos y a consolarnos, conoce perfectamente el idioma que estamos hablándole y en su susurro nos dice “Lo sé, yo también fui herido de esa manera”, cuando estaba viviendo esto la presencia de Dios se hizo cada vez más palpable, pude experimentar como Él estaba conmigo en medio de la crisis sosteniendo mi vida, dándome dirección para que mi pie no tropezará, cumpliendo a través de ese tiempo un propósito, un plan y con esto completando un entrenamiento para el siguiente nivel.
En una de esas noches difíciles donde la incertidumbre y la aflicción estaban golpeando mi corazón y buscaba desenfrenadamente las respuestas lógicas a esta situación, escuche en mi Espíritu un susurro “Basta, ya no busques más respuestas porque ¡no las tendrás! ¿Prefieres las respuestas o prefieres mi paz?”, ese sin duda fue el cambio de dirección para mí, pues deje de enfocarme en el dolor y comencé a experimentar el descanso, un descanso que solo podía ser encontrado en los brazos del Padre, pues Él que lo conocía todo me pedía permanecer en calma, de pronto dejaron de ser necesarias las respuestas, ya todo era más claro, en realidad el verdadero enemigo no es la persona o personas que nos lastiman, ellos no son los estrategas, ellos son solo el arma, como títeres manipulables que el diablo usa para herirnos, distraernos y apartarnos del propósito de Dios; una vez que entendí esto las cosas se encaminaban al siguiente paso, perdonar.
Y viene la interrogación ahora ¿Cómo puedo perdonar si no me pidieron perdón? Tengo que decirte algo, tristemente las personas que se dejaron usar del enemigo no van a pedirnos perdón, incluso hasta parece que disfrutan hacernos sufrir, me preguntaba ¿Cómo se supone que voy a perdonar algo que no tiene indicios de arrepentimiento? Y entonces recordé, las palabras que anteriormente vimos a Jesus decir en la cruz, “Perdónalos porque no saben lo que hacen”; esto es lo mismo que hoy quiero decirte a ti, ¡perdónalos! ellos hoy no saben lo que hacen, ellos hoy no entienden la magnitud de su ofensa, son cautivos del diablo y necesitan de tu intercesión, necesitan que ores por ellos para que Dios tenga misericordia y gracia, necesitan ser liberados de las garras del cazador.
Hoy te invito a que enfoques en el enemigo correcto, que recuerdes en donde está la verdadera lucha y contra que peleamos, por ultimo quiero decirte que mientras Dios te está sanando las heridas, tú también puedes sanar a otros, compartiendo de tu testimonio y del poder de la restauración que está detrás de todo esto, recuerda no olvidar que todo lo que nos pasa colabora para nuestro bien, todo tiene un control, todo está bajo la soberanía de Dios y Él se encargará de que esto también obre para bien. En el panorama completo Él ha permitido este tiempo porque su plan va a una dimensión más alta, hay porciones del fruto del Espíritu que solo podrás conquistar en medio de una injusticia, como lo es la Mansedumbre, el dominio propio y la humildad.
¡Ten descanso! Dios está peleando está batalla por ti, tu solo debes decidir perdonar y avanzar.
Acerca de este Plan
Quiero invitarte a que descubras conmigo en estos seis días el poder del perdón y como es que perdonar nos hace más semejantes a Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Casa para Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/casaparadios/