Cómo Aprovechar Al Máximo Tu Tiempo DevocionalMuestra

Los devocionales y el tiempo

Los cristianos sabemos que necesitamos pasar tiempo en la Palabra de Dios y en su presencia todos los días. A veces, nos preguntamos cuánto tiempo es suficiente. Si pasamos varias horas al día escuchando predicaciones, ¿es eso suficiente o es demasiado? Algunas personas se sienten culpables, pensando que no dedican suficiente tiempo a su tiempo devocional. Otros se sienten abrumados por la cantidad de material que se sienten obligados a cubrir durante estos ejercicios espirituales.

Si estudiamos la historia de la iglesia y miramos la vida devocional de varios ministros de Dios, notamos que cada uno de ellos pasó diferentes cantidades de tiempo orando y leyendo la Biblia. No existe una regla establecida para esta práctica personal. Algunos ministros cristianos pasaban horas todos los días estudiando la Palabra de Dios; otros no. Muchas de las circunstancias de la vida influyen en la cantidad de tiempo diario que podemos dedicar a nuestra devoción espiritual. La disponibilidad de tiempo puede verse influenciada por la carga de trabajo del individuo y las obligaciones familiares.

Además, la cantidad de tiempo que uno dedica a estudiar la Biblia y meditar en ella en oración también depende de la etapa de la vida en la que se encuentre la persona. Por ejemplo, algunas personas dedican más tiempo a su vida devocional cuando son más jóvenes. Esto podría cambiar cuando se casen y asuman otras responsabilidades. Al mismo tiempo, cuando una persona se jubila, es posible que pueda dedicar más tiempo al estudio diario de la Biblia. La Escritura nos da libertad en cuanto a la cantidad de tiempo que dedicamos al estudio de la Palabra de Dios y la oración. Lo que queda claro en la Palabra de Dios es que este tiempo debe ser constante y cotidiano.

El Antiguo Testamento nos dice que debemos meditar en la Palabra de Dios día y noche. La Escritura nunca debe apartarse de nuestra mente. El Nuevo Testamento también nos anima a ser sabios en cuanto al uso de nuestro tiempo porque vivimos en un mundo perverso. No debemos vivir como incrédulos. Todo lo que hagamos con las 24 horas que tenemos diariamente debe reflejar nuestro amor por nuestro Salvador. Tenemos que revelar la naturaleza de Dios con nuestro estilo de vida. Para hacer eso, necesitamos estudiar el carácter del Señor como se describe en su Palabra y reflejarlo en nuestra vida diaria.