Viviendo Como Las ÁguilasMuestra

Viviendo Como Las Águilas, 1ra. Parte

Luego de conocer un poco sobre las águilas, nos estaremos preguntando ¿Por qué Dios nos compara a ellas? Y aquí te lo resumo:

1- Las águilas son consideradas la reina de todas las aves... La biblia nos dice lo siguiente: "Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas". Y más antes también dice: "Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado".

Esto es, al igual que las águilas, que son cabeza de su especie; Dios nos llamó, para que también nosotros seamos cabeza, nunca cola. ¿Cuál es la condición?... Seguir sus mandamientos.

2- Sus grandes alas les permiten volar más alto que cualquier otra ave, permitiéndoles volar firmes aunque los vientos sean fuertes... Dice la palabra: "Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Las águilas poseen un instinto que las ayuda a reconocer cuando llega el mejor viento antes de emprender el vuelo. Y cuando digo que "esperan el mejor viento", no me refiero a que actúan cuando las condiciones son más favorables; de hecho, ellas pueden volar aún en medio de vientos fuertes. A lo que me refiero es que... vuelan firmes a pesar de los vientos fuertes. Estos, en vez de derribarlas por su fuerza, son los que las impulsan a lo más alto.

Muchos de los milagros más grandes que podemos encontrar en la biblia, ocurrieron en los momentos de mayor adversidad. Las tormentas que vivimos, los vientos fuertes de nuestros problemas, son los que nos impulsarán a las alturas a donde Dios quiere llevarnos. Cuando confiamos en que Dios cuida de nosotros a pesar de las circunstancias adversas, su Palabra nos da esta promesa... Caminaremos en medio de vientos fuertes, pero nuestra confianza en Dios, nos dará la fuerza para no rendirnos y no nos cansaremos de perseverar.

De hecho, yo lo he notado en mi vida, cuando llegan momentos de larga espera. De alguna u otra forma, al mantenerme confiando en Dios, me da la fortaleza para que, aunque alguna vez me sienta cansado de lo que vivo; renueve mis fuerzas y siga confiando en que, en algún momento, Dios me ayudará a salir de la situación difícil que vivo.