Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Cómo conocer a DiosMuestra

Cómo conocer a Dios

DÍA 11 DE 18

Encontrar a Dios

Todos hemos oído a evangelistas citando este texto de Apocalipsis: «He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3:20). Usualmente el evangelista aplica este texto como un llamado a los inconversos, diciendo: «Jesús está llamando a la puerta de tu corazón. Si abres la puerta, Él entrará». Sin embargo, en el contexto original, Jesús le estaba hablando a la iglesia. No era un llamado evangelístico.

¿Y qué? El punto es que la búsqueda es algo que los incrédulos no hacen por sí mismos. El incrédulo no buscará. El incrédulo no llamará a la puerta. Solo los creyentes pueden buscar a Dios. Jonathan Edwards dijo: «La búsqueda del reino de Dios es el principal asunto de la vida cristiana». Buscar es el resultado de la fe, no la causa de ella.

Cuando nos convertimos a Cristo, utilizamos el lenguaje del descubrimiento para expresar nuestra conversión. Hablamos de encontrar a Cristo. Puede que tengamos una calcomanía en el parachoques que diga: «Lo encontré». Estas afirmaciones son realmente ciertas. La ironía es esta: Cuando encontramos a Cristo no llegamos al final de nuestra búsqueda sino al principio. Normalmente, encontrar lo que andamos buscando señala el final de nuestra búsqueda. Pero «encontrar» a Cristo marca el comienzo de nuestra búsqueda.

La vida cristiana comienza con la conversión; no termina donde empieza. Crece, va de fe en fe, de gracia en gracia, de vida en vida. Este crecimiento es impulsado por la búsqueda continua de Dios.

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

¿Te mueves de fe en fe, de gracia en gracia y de vida en vida en tu andar espiritual? ¿Buscas continuamente a Dios?

Día 10Día 12