Explicación De La Oración Del Señor Muestra
La oración del Señor comienza con Dios
La oración del Señor nos enseña a orar con una actitud de fe en el poder y bondad de Dios. También nos enseña cómo priorizar nuestras oraciones correctamente. No deberíamos comenzar a orar por nosotros mismos. Deberíamos comenzar adorando a Dios.
Jesús comenzó la oración del Señor santificando el nombre de su Padre celestial. Al declarar que Dios es nuestro Padre en el cielo, Jesús nos mostró cómo deberíamos relacionarnos con Dios. Al decirle Padre celestial a Dios, reflejamos dos verdades: comunicamos su cercanía a nosotros como Padre; así como también su trascendencia como el que está en los cielos. Tanto la intimidad como el esplendor de la omnipotencia de Dios se expresan a través de la frase: «Nuestro Padre celestial».
El comienzo de la oración del Señor también refleja la naturaleza santa de Dios, porque su nombre debe ser santificado. En otras palabras, comenzamos nuestras oraciones reconociendo la naturaleza santa de Dios. También recordamos que él es quien está en los cielos. Por lo tanto, él tiene un lugar supremo en el universo que creó con sus propias manos. Lo exaltamos como Rey digno sobre la tierra.
Jesús continuó diciendo: «Que venga tu reino, que tu voluntad sea hecha en la tierra como en los cielos». No solo debemos comenzar nuestras oraciones reconociendo el dominio santo de Dios sobre el universo entero, sino que nuestra primera petición debería ser de sumisión. Necesitamos pedirle a Dios que su Reino se manifieste en nuestras vidas, y que su voluntad se cumpla en la tierra. De esta manera también expresamos nuestro anhelo por hacer su voluntad y nuestro deseo de ver su gloria manifestada. Desde el principio, nuestras oraciones deben estar enfocadas en el valor de Dios, y no en nuestro propio valor.
¿Cuántas de nuestras oraciones las comenzamos con nosotros mismos y nuestras circunstancias? Es diferente con la oración del Señor. Hacemos bien en atenernos a las instrucciones de Jesucristo de comenzar nuestras oraciones recordando quién es Dios. No solo es lo mejor que podemos hacer, sino que también afectará la manera en la que vemos las circunstancias que requieren de nuestras oraciones.
Jesús no fue el único que comprendió esta verdad. En los Salmos vemos que el Rey David pidió ayuda para ver la grandeza del Señor cuando las circunstancias terrenales lo intimidaban. David le dijo a Dios literalmente: «Cuando mi corazón desmaye, llévame a la roca que es más alta que yo». Dios es la Roca de nuestra salvación. Podemos comenzar nuestras oraciones recordando cuán grande es él.
Acerca de este Plan
La oración del Señor no es un mantra mágico para repetir sin pensar. Es un tesoro que Jesucristo nos dejó para enseñarnos como orar. Es un modelo de oración que nace de la fe en la omnisciencia, omnipotencia y bondad de nuestro Padre celestial. Este devocional explora cada verdad escondida en la oración del Señor que nos puede ayudar a crecer cada día mas en nuestra relación con Dios.
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Nos gustaría agradecer a Walking In Grace / Richard Caldwell por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.straighttruth.net