El Síndrome De La DesconexiónMuestra

Intimidad es más que sexo

Desde jóvenes junto con mi esposa hemos escuchado el dicho que dice que las parejas que oran juntos permanecen unidas por mucho tiempo, aun cuando esto no siempre es así, por lo general funciona. Lo cual indica que el primer y más primordial tipo de intimidad es la espiritual. Si la intimidad espiritual es fuerte en el matrimonio, entonces los otros tipos de intimidad tendrán cierto nivel de fortaleza; aunque en oportunidades habrá periodos de mayor o menor intensidad de alguno de los otros tipos de intimidad. 

Lo cierto es que desarrollar una sólida intimidad espiritual nos ayudará a conservar la pasión y el amor por nuestro cónyuge cuando lleguen los tiempos de crisis, enfermedad o los deseos sexuales mengüen por el estrés o alguna condición emocional. La intimidad espiritual surge al estar juntos en la Palabra de Dios y al orar el uno por el otro (Ef. 4:32).

Ahora, pensando en la intimidad física que incluye la actividad sexual, también hay que considerar que la intimidad sexual no se limita exclusivamente al acto sexual en sí mismo, sino también a todo acto de delicadeza, ternura, buen trato, atención y cuidado que podamos tener con nuestro cónyuge, pues la intimidad física no sexual también es una demostración de amor, tal como lo afirman las escrituras:

“Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre.”

(Prov. 5:18-19).