[Grandes versos] El Salón de la FeMuestra

Confía en Dios en lo invisible

«Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe».

La fe siempre implica lo invisible. En 2 Corintios 5:7, Pablo declara: «Porque por fe andamos, no por vista». La fe involucra al Dios invisible. La fe confía en las acciones aún invisibles de Dios para liberarnos, rescatarnos y protegernos. Confiamos en Dios para ver lo que aún no es visible para nosotros.

Noé es un excelente ejemplo. Cuando Dios llamó a Noé para construir una enorme arca no había ninguna inundación a la vista. No había lluvia. No había tormenta. Ni siquiera había una playa decente. Y, sin embargo, Dios le dijo que la construyera. Así que Noé, por fe, comenzó a construir.

Muy a menudo en nuestras vidas queremos claridad. Queremos ver lo que Dios está haciendo, cómo Dios nos liberará y exactamente lo que sucederá. Pero Dios está más ocupado en que confiemos en él en lo que aún no está claro y aún no se ha visto.

En su libro «Confianza Despiadada» (Ruthless Trust), Brennan Manning cuenta una maravillosa historia sobre la Madre Teresa:

Cuando el brillante ético John Kavanaugh fue a trabajar durante tres meses a «la casa de los moribundos» en Calcuta, estaba buscando una respuesta clara sobre la mejor manera de pasar el resto de su vida. En la primera mañana conoció a la Madre Teresa. Ella preguntó: «¿Y qué puedo hacer por ti?». Kavanaugh le pidió que orara por él. «¿Por qué quieres que ore?», preguntó ella. Él expresó la petición que había soportado miles de kilómetros desde los Estados Unidos: «Ore para que tenga claridad». Ella dijo firmemente, «No, no voy a hacer eso». Cuando le preguntó por qué, ella dijo: «La claridad es lo último a lo que te aferras y debes soltarla». Cuando Kavanaugh comentó que ella siempre parecía tener la claridad que anhelaba, ella se rio y dijo: «Nunca he tenido claridad; lo que siempre he tenido es confianza. Así que oraré para que confíes en Dios».

Dios nos dará claridad cuando la necesitemos. Mientras tanto, quiere que confiemos en él donde no vemos, en lo incierto, en lo que no está claro.