Pienso en TiMuestra
Sacrificio de amor
Desde tiempos antiguos
Cumpliste su plan
Cordero perfecto
Tomaste mi lugar.
La humanidad se encontraba perdida y, por lo tanto, debía expiar el pecado por medio de sacrificios. En el pasado se realizaba un sacrificio de sangre de animales para cubrir los pecados de los hombres, era a manera de sombra, esto quiere decir que era lo que estaba por venir. Dichos sacrificios solo cubrían temporalmente los pecados y anualmente debían presentar nuevamente el sacrificio solicitado en la ley.
La paga del pecado es muerte, pero el cordero perfecto dado por Dios nos limpia y nos da vida eterna que es en Cristo Jesús, nuestro Señor. Esta sangre no es como la de los animales, esta sangre del Hijo de Dios limpió para siempre el pecado en nosotros. Ya no necesitamos volver a presentar nuevamente otro sacrificio.
Jesús entregó su vida en obediencia, para que todo el que cree sea justificado por medio de él. Por eso confesamos que su precioso nombre, su dulce nombre debe ser exaltado, alabado y adorado. Cristo Jesús venció a la muerte en el madero y al resucitar nos da la medida de fe. No hay otro nombre igual, ante tu nombre todo se postrará, eres nuestro salvador, Hijo del Altísimo.
Cumpliste el plan del propósito eterno al tomar mi lugar y pagar la deuda para que todo el que en ti crea no se pierda, además pueda ser justo por el Justo delante del Padre celestial. Su sangre preciosa, sangre del cordero sin mancha ni defecto, como oveja fue llevado a muerte y no abrió su boca aceptando ser el sacrificio vivo.
Sacrificio de amor perfecto, amor por la humanidad caída, máxima expresión del Padre al proveerse a sí mismo para cumplir la promesa y consumar todo en la cruz. Con tu perdón y justificación soy vencedor. Ahora puedo vivir en plenitud expresando al Cristo que mora en mí.
Oremos juntos: Agradezco por tu perfecta voluntad, por tomar mi lugar, por la vida nueva, por hacerme tu hijo, por el conocimiento y la sabiduría que has traído a mi vida. Con mi vida te alabaré por toda la eternidad, mi pensamiento eres tú Cristo Jesús y tú controlas todo mi ser. Haz firmes mis pasos y que las decisiones sean una expresión de tu gobierno. Pongo mi vida a tus pies, para que tú la gobiernes y hagas de ella la dulce expresión de tu presencia. Pienso en ti en todo tiempo, amado Señor, guíame en mis pasos. Amén.
Acerca de este Plan
Este devocional, se basó en siete canciones de la más reciente producción de Su Presencia donde podrás tener cada día una porción para conocer el corazón de tu creador y disfrutar de su presencia. A través de estas melodías podrás meditar en su poder, amor y fe. Aprópiate de estas verdades y a la vez prepárate para vivir dentro del propósito que Dios tiene para ti.
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Este devocional se escribió basado en la letra de varias canciones del grupo «Su Presencia» en convenio con El Centro Network. Si deseas saber más de estas organizaciones, visítanos en http://www.supresencia.com y http://www.elcentronetwork.com