Las Grandes PreguntasMuestra

Escrito por Kaylee, 18 años de Rochelle, Illinois, EE.UU. 

Cuando tenía diez años, sufrí mucho con algo que muchos alumnos de secundaria padecen: el acné. Estaba por todas partes; ¡pensaba que nunca desaparecería! Sentía que las manchas de mi cara significaban que no era lo suficientemente bonita. Creo que muchos de nosotros podemos sentirnos así por algo, ya sea por no sentirnos lo suficientemente inteligentes en la escuela o por querer ser el mejor jugador del equipo. Aunque veamos esas cosas como razones por las que no somos suficientes, ¡Dios no las ve de forma negativa! Se suman a las grandes obras maestras que Dios quiso para nosotros. Piensa en ello como una obra de arte. Las obras de arte rara vez son perfectas, y eso es lo que hace que cada pieza sea única, ¡al igual que nosotros! Toma la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, como ejemplo. Si miras la pintura, la Mona Lisa no tiene cejas. Cuando se pintó por primera vez, a algunas personas no les gustó ese detalle. Pero fue el hecho de que no tuviera cejas lo que convirtió el cuadro en la famosa obra de arte que es hoy. Dios nos ve igual a como vemos hoy a la Mona Lisa: ¡una obra maestra! Cuando recuerdo aquella época en la que tenía mucho acné, la verdad es que la gente seguía pensando que era bonita incluso con él. Me di cuenta de que es porque los demás realmente no ven cosas así como negativas, sino como algo que se suma a la obra maestra que Dios quiso que fueras. ¡Sé que Dios siente exactamente lo mismo!

Hoy, escribe tres cosas que te conviertan en una obra maestra. Luego, ¡pon esa lista en algún lugar donde la veas a menudo esta semana como un recordatorio de que has sido hecho como una obra maestra de Dios!