Sanando Las Relaciones Muestra
El perdón restaura
Algunas personas creen que perdonar es un sentimiento, sin embargo, la realidad es que es un acto de la voluntad.
Para ilustrar la imagen del perdón en la economía del cielo, Jesús les refiere a sus discípulos la parábola donde un siervo le debía mucho dinero a su Rey, y esa cantidad era tan elevada que era imposible de cubrir, pero el siervo le ruega a su rey que le perdone la deuda; el rey movido a misericordia le concede el perdón, y lo deja libre.
Una vez que este siervo es liberado de su deuda, se encuentra con un consiervo que le debía menos dinero que lo que este le debía al rey, al verlo, lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigía, y este pobre hombre, postrado y humillado, le suplicaba a su consiervo que tuviera misericordia con él, que en su momento le pagaría toda la deuda, sin embargo, el siervo al ver que el deudor no le pagaba, hizo que lo encarcelaran, esto llegó a oídos del Rey, quien inmediatamente hizo que llevaran ante él, al inmisericorde siervo y le reprendió diciendo: “Siervo malvado, te perdoné toda la deuda porque me rogaste”, ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?.” La historia termina con el siervo duro de corazón en la cárcel pagando por su deuda.
Para Jesús, lo significativo es la actitud, que es un acto de la voluntad. El Rey quiso perdonar y perdonó, es decir lo dejó libre. El otro, por el contrario, dio rienda suelta a sus sentimientos y actuó desatinadamente encerrando en la cárcel a su compañero (Mt. 18:21-35)
Recuerda, así como Dios en su inmensa misericordia nos perdonó, y fuimos restaurados a una correcta relación con Él, también quiere que perdonemos a otros, pues el perdón restaura las relaciones.
Escrituras
Acerca de este Plan
Restaurar una relación bien sea sentimental, de amigos, familiares o hermanos en la fe, puede ser en algunas oportunidades un proceso largo, debido a que en el camino muchas piezas quedaron rotas y para protegerse del dolor, se genera un distanciamiento creando en oportunidades enormes brechas; el perdón sin recriminación debe ser el primer paso en la voluntad de cada persona, con el fin de decirse mutuamente “Lo siento; perdóname.”
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net