Incluso SiEjemplo

Escrito por Rachel B., 15 años de Algonquin, Illinois, EE.UU.  

La semana pasada en mi grupo de jóvenes, hablamos sobre las características de Dios. Mi pastor nos pidió que miráramos una lista de rasgos que habíamos elaborado juntos la semana anterior y que encontráramos la palabra que más nos llamara la atención. La mía fue apacible. Recordé los momentos de encierro cuando el mundo parecía tan fuera de lugar, y yo sólo trataba de mantenerme en pie mientras todo a mi alrededor se desmoronaba. Recordé la primera vez que sentí la voz de Dios, tiernamente en la noche cuando mis preocupaciones se apoderaban de mí, diciéndome que todo estaría bien. Su voz nos lleva apaciblemente a su paz y restaura, o calma, nuestros corazones. Nos saca a todos de las aguas cuando tenemos miedo de lo que hay debajo de ellas. Lo vemos obrando para convertir las cenizas y las circunstancias difíciles en belleza.

Podemos recordar que, aunque las aguas sean demasiado profundas, las brasas sean demasiado brillantes para ver el futuro, y el cambio se sienta abrumador, Dios nunca cambia. Él está aquí para ti pase lo que pase, Dios nunca cambia.