Corazón De DiscípuloMuestra

6. Pobres en espíritu.

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. (‭Mateo‬ ‭5‬:‭3‬) 

Hace poco hablaba sobre este tema en la serie de las bienaventuranzas, pero esta vez quiero enfocarlo en esta de corazón de discípulo como uno de los pilares que mantienen una relación sólida con Dios y la llama encendida en el llamado, ser pobres en espíritu. 

La semana pasada tuve la oportunidad de ser invitado a una emisora para contar mi testimonio y hablar de la santidad. Una de las preguntas que me hicieron fue la siguiente: ¿qué actitudes o defectos crees que pueden influir en la caída de hombres de Dios y ministerios? Mi respuesta fue "el orgullo", lo opuesto a la pobreza espiritual, la otra cara de la moneda.

El que es orgulloso cree en su mente y corazón que las cosas suceden por sus capacidades, sus habilidades, su esfuerzo, su nivel intelectual y demás. Aún cree que el ministerio avanza por su entrega total en el mismo y peor aún, que los Milagros acontecen por las horas que dedica diariamente a la oración y el ayuno, con su boca da gloria a Dios, pero su corazón está muy lejos de ello.

Ojo: todas esas cosas son importantes, las capacidades, las habilidades, los talentos, el esfuerzo, nuestra preparación y cada una de esas áreas Dios quiere usarlas para su Gloria, pero el que es pobre en espíritu y tiene un corazón de discípulo sabe y confiesa que todo es por Gracia, que todos los atributos que podamos tener serían en vano sin la Gracia de Dios, todo es por Dios, y todo es para Él. 

Cada vez que tengo la oportunidad de recibir invitaciones a Predicar el Evangelio, ver como Dios sigue expandiendo mi llamado y ministerio me digo a mí mismo: yo solo soy una Rama, Jesús es el Árbol y separado de Él, nada puedo hacer y funciona bastante para cortar cualquier ramita de orgullo que quiera brotar. 

He visto y experimentado como Dios me ha usado en diversos dones, especialmente Sanidades, Milagros y Profecías. Hace un año tuve una experiencia que para mí ha sido la más impactante, ver como una señora con problemas respiratorios terribles recuperó la salud en un instante y comenzó a respirar como una niña al imponer mis manos sobre sus pulmones. He visto hernias desaparecer de un momento a otro y un sinnúmero de experiencias, pero todo eso sucede únicamente porque Jesucristo venció, Él resucitó y está sentado a la diestra del Padre. Él me dice en su Palabra que los dones son para el servicio de mi prójimo y no para beneficio propio. 

Seamos pobres en espíritu con un corazón de discípulo, que reconocen que no se trata de nosotros, se trata de Dios. Él es el único grande y nosotros siempre seremos unos pequeñitos. Él es el Árbol, la vid, nosotros las ramas, los pámpanos y separados de Él estamos fritos.