Cómo formar parte del cuerpo de CristoMuestra
Emular el modelo supremo
Dios ha dado grandes hombres y mujeres a la Iglesia. Los gigantes bíblicos sirven de valiosos modelos, a pesar de sus imperfecciones. Si eleváramos a Pablo, Abraham o David por encima de Cristo, seríamos culpables de idolatría. Lo mismo ocurriría si exaltáramos a Martín Lutero, Juan Calvino, Tomás de Aquino y otros por encima de Cristo. Respetamos a estos santos, pero solo en la medida en que son fieles a Cristo y apuntan más allá de ellos mismos hacia Cristo. Este fue ciertamente el estilo del apóstol Pablo, quien trabajó incansablemente por la causa de Cristo. Le amamos y honramos por esa labor. Del mismo modo, honramos a los gigantes de la historia de la Iglesia. Pero incluso los «gigantes» teológicos son sub-apostólicos, nunca hablan o escriben con una autoridad igual a la de un apóstol.
Al mismo tiempo, reconocemos que un gran abismo separa a Agustín de Jim Jones. Personas como Agustín y Lutero han aportado perspectivas teológicas de tal magnitud que sus nombres son representativos de pensamientos claves. Pocos en la historia de la Iglesia son dignos de tal reconocimiento. Los sufijos «ista», «iano» o «ite» (por ejemplo, «calvinista») son valiosos para identificar la verdad, pero tienen poco valor positivo y mucho negativo cuando se aplican a las personalidades. Sabemos que Agustín, Lutero y Calvino no fueron crucificados por nosotros.
Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios
Agradece a Dios por los modelos que han influido en tu vida; luego agradécele por el Modelo Supremo que murió por ti.
Acerca de este Plan
Devocional de 10 días de R.C. Sproul sobre cómo ser parte del cuerpo de Cristo. Cada devocional te llama a vivir en la presencia de Dios, bajo la autoridad de Dios y para la gloria de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Ligonier Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://es.Ligonier.org/youversion