Cómo confrontar al enemigo en el poder de DiosMuestra

Cómo enfrentar un peligro doble

«Si no te da con la derecha, lo hará con la izquierda». Esta máxima expresa el peligro doble que enfrenta un boxeador en el cuadrilátero. Como pugilista ambidiestro, nuestro adversario, Satanás, tiene una estrategia doble. Para vencerle, debemos luchar en dos frentes distintos. La táctica es simple. Él conquista difundiendo desinformación acerca de sí mismo. Él divide a la Iglesia creando dos mitos, dos perspectivas erróneas sobre su propia identidad. La primera es que él es un mito, y la segunda es que él es tan poderoso como Dios.

El primer engaño de Satanás acerca de sí mismo es que él es un mito ridículo. Como figura mítica, lo puedes colocar en la categoría de los duendes, los fantasmas y las demás cosas que hacen ruido en la noche. Nada trae mayor agrado a Satanás como lograr persuadir a la gente de que él no existe en realidad.

Si estamos convencidos de que Satanás no existe, no perderemos tiempo preparándonos para luchar contra él o buscando formas de resistirle. Ponerse una armadura para defenderse de dardos de fuego imaginarios sería una tarea necia al estilo de Don Quijote y sus enfrentamientos contra los molinos de viento. Por otro lado, si el enemigo está persuadido de que los bombarderos invisibles no existen, estos últimos logran exitosamente su misión.

Satanás está contento con la imagen moderna de sí mismo. ¿Quién daría crédito a un diablillo feo en ropa interior roja con pies hendidos y cuernos, alzando un tridente y mostrando una sonrisa diabólica?

Coram Deo: vivir delante del rostro de Dios

¿Cuál ha sido tu percepción de Satanás en el pasado? ¿Cómo ha afectado esta percepción tu respuesta hacia él o hacia Dios?