Revolución - Solo Para Jóvenes Muestra
DÍA 2 by Gerar + Diana
TIEMPO CON DIOS
Vemos que Jesús ayunaba y pasaba tiempo con Dios antes de hacer las grandes obras que hizo, pasó tiempo orando y ayunando, pidiendo guía en todas las cosas que iba a desarrollar, encomendado cada situación o tarea a realizar a su Padre, por que debemos tener siempre presente que la ruptura de estructuras se logra en el poder del Espíritu Santo.
Hechos 2:1-4 RVR1960
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Los milagros, las conversiones multitudinarias, las grandes obras que desarrollaron los apóstoles del Señor, no fueron antes del día de Pentecostés, sino inmediatamente después de este día, cuando el Espiritu Santo que era la promesa que el Señor Jesús les había dejado, descendió sobre los que estaban reunidos en ese lugar.
O sea, que una gran revolución, tremendos milagros y prodigios hechos por hombres de carne y hueso, el establecimiento de la Iglesia y del Cristianismo como tal (Hechos 11:26 A los discípulos se les llamó por primera vez cristianos), se inició por mano de los apóstoles, pero solamente después de que sucediera lo que sucedió este día: la llanura del E.S.
Pentecostés: Cincuenta días en griego.
El día de Pentecostés era una fiesta celebrada 50 días después de la pascua, que fue cuando murió el Señor Jesús.
La pascua era una fiesta en conmemoración de la libertad que Israel recibió de su esclavitud en Egipto.
Nos enseña Hechos 1:3 que el Señor después de haber resucitado, se les apareció durante 40 días a los apóstoles y después de darles la promesa de que recibirían al E.S. ascendió al cielo.
El Señor asciende al cielo, pero el E.S. no es derramado inmediatamente. Pasan unos días, hasta que en el Aposento Alto el E.S. es derramado y comienza toda esta revolución en los apóstoles y a través de ellos.
Entre la promesa del Espíritu Santo hecha por Jesús y el descenso del E.S. sobre los reunidos en el Pentecostés, hubo unos 9 ó 10 días, durante los cuales los apóstoles no se dedicaron a nada diferente a orar.
Hechos 1:14 RVR1960
“Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.”
Los que estaban reunidos en el Aposento Alto, habían hecho una pausa en todo dentro de sus vidas, para dedicarse a buscar a Dios.
Una revolución para nuestra generación, va a demandar que nos pongamos de acuerdo los que estamos aquí, para estar juntos, amándonos y anhelando todos una sola cosa, que el Espíritu Santo defienda sobre nosotros.
Pero esto va a demandar tiempo.
Una oración a la carrera por cumplir o por religiosidad, no va a causar ninguna revolución en tu vida, ni en tu entorno.
Una revolución se empieza a gestar, cuando nos tomamos el tiempo de apartarnos de la rutina y buscar a Dios, alimentándonos de ÉL con ayuno y oración.
El E.S. quiere ungirnos para causar estar revolución de santidad, de transformacion, de Milagros, etc., pero no lo puede hacer si no pasamos tiempo de calidad con ÉL.
Escrituras
Acerca de este Plan
Jesús esta si es una verdadera revolución que lleva más de 2000 años, tenemos una causa, un sueño, una convicción, se nos ha asignado una misión y su propósito es generar una revolución de verdadera transformación, una revolución de amor, estas listo?
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Nos gustaría agradecer a Misión Paz por brindar este plan. Para mayor información por favor visite: https://misionpaz.org