Biblia en Un Año - Libro De GénesisMuestra

Es un hecho: generalmente lo urgente desplaza lo importante; estamos rodeados por una cultura de distracciones que llenan el alma impidiendo la búsqueda frenética del milagro de Dios… Así como Su Presencia. No era el caso de Abram.

Siempre me he preguntado sobre los “favoritos” de Dios y aun cuando razonablemente defiendo la postura de todos generales ante Él, sin duda ver los versículos de tremenda bendición sobre este patriarca me inspira a esforzarme por ser incluida tal vez en la última de esa lista de favoritos.  ¿No lo piensas tú?

“Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro”  Ver.13.2  

“Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas y no podían vivir en un mismo lugar” (Abram y Lot)   Ver. 13.6

“Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”  Ver.13.15  

“No temas Abram, Yo Soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande”  Ver. 15.1 

¿Algo más?  

Sin embargo Dios no elige a la ligera, sin propósito o basado en Su sentir; he aprendido que no hay forma en que uno pueda ser el tipo de estudiante que se esfuerza al máximo y no se vuelva el preferido del maestro. Dios sabía quién era Abram, el especialista de los altares, el cual se postraba delante del Señor, levantaba un sitio de adoración y se rehusaba a dejarlo hasta que recibiera una palabra certera de Dios.

La fe trata los aspectos invisibles de Dios y se niega a ser excluida por los sentidos físicos y aun cuando todos los demonios del infierno se pongan contra nosotros, el Dios de este patriarca permanece fiel a Sus promesas… Empieza a disfrutar las pisadas de este hombre de fe.

Oración:

Amado Dios, gracias por tus maravillosas promesas, hoy vengo a aceptar tu Palabra renunciando al espíritu de pobreza mental, espiritual, moral y terrenal y te pido que liberes tus niveles de prosperidad en mi vida y casa mientras actúo en base a tu Palabra. Sé que me mostrarás las estrategias que necesito para mi trabajo a fin de combatir cualquier adversidad.  Hoy creo que buena vida está destinada para mí. Tomo las armas divinas a favor mío que son el nombre de Jesús, la Palabra, la oración y la alabanza, amén.