Batallas InternasMuestra

Cambiando nuestros pensamientos. 

Luego de descubrir que existe esta gran batalla interna en nosotros y que existen herramientas que nos ayudan en la lucha es importante recordar el mandato que hemos recibido de parte de Dios.

Recordemos lo que nos dice la Palabra en Efesios 4:22-24 “22 Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. 23 Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, 24 y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.” Es importante que recordemos siempre que hemos sido constituidos a la imagen de Dios, que cuando aceptamos a Cristo como Señor y Salvador se nos dotó del Espíritu Santo y que ahora entramos en el proceso de transformación gradual.

Este proceso es el que desgasta las energías, es allí donde nuestra mente es bombardeada por los placeres que ofrece el mundo y nuestro cuerpo desea todos y cada uno, pero nuestro espíritu se contrapone porque desea hacer lo que es agradable al Padre; queda en nosotros la elección de qué hacer; obedecer la Palabra o dejarnos llevar por los deseos de la carne, es una fuerte lucha en la cual perderemos algunas batallas pero la guerra que se libra ya está ganada y somos más que vencedores en Cristo Jesús.

No te sientas mal si caes en la tentación, si sientes que tus fuerzas no son suficientes, mantén la calma y recuerda siempre que en Cristo somos más que vencedores; que fuimos comprados a precio de Sangre y que nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesús; levántate, sigue avanzando que todos juntos podemos llegar a la meta; oremos: 

Amado Padre eterno, en este día nos presentamos delante de Tu Trono para darte gracias porque nos permites ser renovados; porque vas quitando de nosotros todo lo que no te agrada y nos formas a la imagen de Cristo Jesús; en el nombre de Jesucristo te pedimos que nos ayudes a vivir conforme a tu voluntad; guíanos y fortalécenos para que en medio de esta batalla diaria podamos resistir los embates del enemigo y mantenernos firmes en la fe; sabemos que has comenzado la buena obra en nosotros y que la culminaras en el día de Jesucristo, amén.