Fe, Más Que PerfecciónMuestra
Semana 6 - Día 2
Lectura: Génesis 26:12–33
DEVOCIONAL: Génesis 26:24
El SEÑOR se le apareció aquella misma noche y le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham; o temas, porque Yo estoy contigo. Y te bendeciré y multiplicaré tu descendencia, por amor de Mi siervo Abraham».
El Señor seguramente estaba con Isaac. Como había estado con Abraham y lo había bendecido, Dios continuó estando con Isaac y lo bendijo. El autor de Génesis deja en claro a su audiencia que Dios había bendecido abundantemente a Isaac más de lo que él podría haber logrado por sí mismo. Los que rodeaban a Isaac sabían que Dios estaba con él. La notoriedad de Isaac creció significativamente a medida que aumentaba su riqueza, y su reputación era tal que los filisteos se pusieron celosos.
Cuando Isaac necesitó encontrar nuevos pozos en el desierto para resolver las disputas con los filisteos, Dios proveyó continuamente. Una y otra vez los sirvientes de Isaac encontraron agua, no porque supieran dónde buscar, sino porque Dios estaba con ellos. La intervención de Dios estuvo de acuerdo con Su pacto, de bendecir continuamente y convertir a Isaac en una gran nación. Cuando Isaac persistió en la fe, sus enemigos reconocieron que Dios estaba detrás de su gran éxito.
Los filisteos y otras naciones circundantes tuvieron que reconocer el éxito de Isaac y la bendición del Señor. Isaac pudo vivir en paz con las naciones vecinas gracias a su fe. Creía que Dios lo proveería, así que siempre que había una disputa, seguía adelante. Sabía que Dios quería que viviera en paz con sus vecinos y confiaba en que Dios le proporcionaría una manera de hacerlo. Aunque sus vecinos intentaron arruinar su éxito, él mantuvo la confianza en la provisión de Dios y continuó viviendo pacíficamente entre ellos.
Cuando vivimos en paz con nuestros vecinos, amigos y familiares, proclamamos la fidelidad de Dios. Paz no significa ausencia de conflicto. Significa que cuando surge un conflicto, podemos confiar en que Dios satisfará nuestras necesidades, así como las necesidades de nuestro prójimo. Cuando ofrecemos perdón y gracia, confiando en que Dios es nuestro defensor, somos un testimonio al mundo de Su bondad y amor.
Oración
Dios, Tú provees paz. No tengo nada que temer porque sé que Tú eres el Dios que me defiende y ofrece paz. Ayúdame a vivir en paz con quienes me rodean para que pueda ser un testimonio de Tu bondad y amor. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Qué requiere Dios de nosotras? Es una pregunta con la que todas lidiamos, creyendo que hay algo que deberíamos hacer por Dios para ganar Su aprobación de una vez por todas. Lo único que Dios nos pide es nuestra fe. Fe más que Perfección analiza la vida de fe de Abram (quien será llamado Abraham) y su hijo Isaac.
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