Una Perspectiva Bíblica Sobre El Trabajo Y El DescansoMuestra

Jesús descansó

Jesús probablemente fue la persona más ocupada que haya existido. En cualquier lugar que las personas lo reconocían, ellas lo seguían “por toda aquella región y, adonde oían que él estaba, le llevaban en camillas a los que tenían enfermedades. Y dondequiera que iba, en pueblos, ciudades o caseríos, colocaban a los enfermos en las plazas. Le suplicaban que les permitiera tocar siquiera el borde de su manto, y quienes lo tocaban quedaban sanos” (Marcos 6:55-56). Jesús sanó muchos enfermos, expulsó demonios, predicó el Evangelio. Pero siempre había más enfermos, más personas poseídas por demonios y más gente que necesitaba oír las Buenas Noticias. La gente siempre necesitaba más del tiempo y la energía de Jesús. Y aun así, Jesús a veces se retiró de las multitudes (aunque igualmente trataban de encontrarlo). Jesús necesitaba descansar también. No sólo dormir y comer, sino también pasar tiempo con su Padre celestial. Más de una vez leemos cómo Jesús “fue al monte a orar”. Si Jesús, que es Dios mismo, necesitaba descansar y tiempo a solas con Dios el Padre, no es sorprendente que nosotros lo necesitemos también. No podemos estar disponibles para otros 24x7. Y eso está bien.

¿Te las arreglas para descansar cuando lo necesitas?