Dones Espirituales: Encontrando Tu Posición en El Equipo De JesúsMuestra

¡Bienvenido al equipo de Jesús!

¿Es Jesucristo tu Señor?

Si Jesucristo es tu Señor, ¡entonces perteneces al equipo de Jesús!

El equipo de Jesús incluye a todos los creyentes nacidos de nuevo de todas las naciones, culturas e idiomas del mundo a lo largo de la historia humana, en lo que los teólogos llaman la Iglesia universal. En el equipo de Jesús se incluyen todas las denominaciones, redes, equipos, tribus y tradiciones cristianas junto con todos los ministerios y seguidores de Cristo que realizan el ministerio cristiano en lo que los teólogos llaman la iglesia local.

Dado que todos tenemos el mismo Señor, estamos en el mismo equipo. Este pequeño concepto tiene grandes implicaciones. Todos hemos estado en algún tipo de equipo. Hay equipos para proyectos en la escuela que son llamados grupos de trabajo, equipos deportivos, equipos militares llamados unidades, equipos universitarios llamados clubes, equipos de trabajo llamados departamentos, equipos políticos llamados partidos, y equipos cristianos llamados ministerios. Para que cualquier equipo prospere, cada persona en el equipo necesita seguir al líder del equipo, descubrir su papel o su posición en el equipo, aceptar esa asignación, y hacer todo lo posible para crecer al llevarlo a cabo de la mejor manera posible.

Lo mismo es cierto para el equipo de Jesús. Para algunos, su proceso de descubrimiento resultará en encontrar un lugar para servir en su iglesia o ministerio existente, de modo que se sale de las gradas y se entra a la cancha. Para otros, esto resultará en encontrar un nuevo lugar para servir en la iglesia o en un ministerio que es nuevo para ellos.

En Hechos 13:1-3 leemos acerca de un equipo de predicación increíble: un grupo multirracial que consistía en cinco maestros bíblicos ungidos que incluían a Bernabé el animador y Pablo el apóstol. En básquetbol, esto sería como tener cinco jugadores miembros del salón de la fama en un equipo.

¿Qué hace Dios? El Espíritu Santo da una revelación a los líderes de la iglesia de que los dos predicadores más conocidos, Bernabé y Saulo (o Pablo), deben ser enviados a ejercer el ministerio en otra parte. En lugar de tener cinco predicadores increíbles en una iglesia, el Espíritu Santo quería esparcirlos entre varias iglesias.

Prácticamente, esto tiene sentido. Si un equipo de fútbol tiene cinco porteros, pero ningún delantero, y otro equipo tiene cinco delanteros, pero ningún portero, el intercambio de miembros fortalece a ambos equipos. Dios hace esto todo el tiempo. Dado que nuestro Señor es el entrenador del equipo de Jesús, Él no sólo decide en qué posición jugamos, sino que también tiene todo el derecho de ponernos donde Él quiera y movernos según sea necesario.

En Real Faith, estamos orando para que Dios use este estudio para ayudarte a encontrar tu posición en el equipo de Jesús porque tu contribución es necesaria. Dios te ha preparado de una manera única para encontrar tu propósito y llevarla a cabo con pasión para así, cómo cristiano, avanzar el ministerio del Espíritu Santo, lo cual aprenderemos a continuación.

¿Cuáles crees que son tus dones? ¿Cómo estás sirviendo a la Iglesia?