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Las palabras de los sueños
Dios no nos hace soñar según las circunstancias. El Dios que resucita a los muertos y llama las cosas que no son como si fuesen adapta las circunstancias al sueño, y no el sueño a las circunstancias. Por más que la realidad sea frustrante y desalentadora, no hay razón por la que no podamos soñar. Tan solo tenemos que concebir el sueño de Dios, el cual supera cualquier realidad. Pero el sueño cobra una mayor fortaleza cuando lo confesamos con la boca.
Para alcanzar esto, debemos pensar y creer que ya hemos alcanzado nuestros sueños. Pero el sueño que no es proclamado con la boca pierde su efectividad. El diablo quiere que pensemos negativamente, diciendo: “Nunca alcanzarás tus sueños”. Además, pone nuestra fe en prueba, diciendo: “Ese sueño que estás creyendo es una falsa vanidad”. Para vencer los ataques del diablo, es necesario proclamar los sueños. El diablo usa a personas en quien hemos depositado confianza, con el objeto de caer en el pecado. Job 2:7-10 dice: “Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor para afligir a Job con dolorosas llagas desde la planta del pie hasta la coronilla. Y Job, sentado en medio de las cenizas, tomó un pedazo de teja para rascarse constantemente. Su esposa le reprochó: ¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete! Job le respondió: Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos también recibir lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra”. Esta es una escena en la que Satanás entra en la esposa de Job, y ataca a Job con sus labios. El diablo quería que Job maldijera a Dios, pero como Job no lo hizo, lo atacó por medio de su esposa. Afortunadamente, Job no cayó en pecado. Y Satanás fue vencido por Job, porque el patriarca se guardó puro delante de Dios y adoró al Señor. A través de esta historia, podemos saber cómo el diablo intenta atacar, morder, arrancar, y destruir al pueblo de Dios.
Podemos usar la palabra para cumplir con el sueño de Dios de manifestar el Reino de los cielos en la tierra. Si mientras predicamos el evangelio y anunciamos el amor de Dios, un alma se salva, nuestros labios habrán sido usados de la manera más santa. De manera que nuestro deber es anunciar el evangelio con todas nuestras fuerzas. Este es el sueño que Dios quiere que confesemos con nuestros labios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Esta nueva serie de 4 planes ha sido especialmente diseñada en honor al Dr. Yonggi Cho (1936-2021). Cambie su palabra, y viva en la Cuarta Dimensión.
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Nos gustaría agradecer a La Cuarta Dimension Latinoamerica por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://libreriapeniel.com/producto/palabras-que-traeran-felicidad-ed-bolsillo/