ORE CON EXPECTATIVA – DIOS ES FIEL 

1 Corintios 1:7b-9 – … Esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Pablo agradece a Dios por los dones entre los corintios, a pesar de que estaban causando algunos problemas. Él reconoce que los dones no eran el problema, sino las actitudes y creencias incorrectas acerca de los dones.

Los cristianos corintios en verdad eran dotados, aunque carnales. “¿No debería eso mostrarnos que los dones no son nada, a menos que estén puestos en el altar de Dios; que no es nada tener el don de oratoria; que no es nada tener el poder de la elocuencia; que no es nada tener aprendizaje; que no es nada tener influencia, a menos que sean dedicados a Dios, y consagrados a Su servicio?”. (Spurgeon)

Los cristianos corintios tenían sus puntos fuertes y tenían sus puntos débiles. Pablo alaba a Dios por sus puntos positivos, y expresa confianza en que Dios se encargará de sus puntos débiles y en que los confirmará hasta el fin, para que puedan ser irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.

¿Cómo podía Pablo estar confiado en esto cuando la iglesia en Corinto tenía tantos problemas? Él podía estar confiado porque Dios es fiel. Él es Aquel que los ha llamado a comunión con su Hijo, así que es Él quien los confirmará hasta el fin y los presentará irreprensibles.

En estos primeros diez versículos, Pablo habla de Jesús en cada versículo, un total de once veces. En este énfasis de Jesús, Pablo está promoviendo la cura segura para los problemas de los corintios: quitar su mirada de ellos mismos y ponerla en Jesús.

Invitación: Ore 1 Corintios 1:7-9. En lugar de criticar o quejarse de un hermano o hermana difícil hoy, tómese un tiempo para agradecer a Dios por el buen trabajo que ya ha hecho en la vida de esta persona. Confíe en que Dios se encargará de sus debilidades.

Basado en el Comentario Bíblico Enduring Word de David Guzik.