La Palabra De DiosMuestra

La Palabra de Dios discierne nuestras intenciones.

La Biblia no es un libro sin vida. Es exhalada por el Espíritu Santo y este mismo Espíritu la dota de poder. Hebreos 4 dice que es “viva y eficaz”. Una de las acciones de esta Palabra es discernir nuestras intenciones y pensamientos más profundos. Podemos esconder de las otras personas muchos de nuestros pecados y debilidades. Incluso, tal vez nos engañamos a nosotros mismos. Pero no podemos engañar a Dios. Su Palabra revela qué hay en nuestros corazones. Si leemos la Biblia, ella funciona como un espejo. Nos confronta con nuestros pecados y debilidades y nos muestra quiénes somos realmente. Eso puede ser doloroso pero es sanador también. Porque una vez que vemos cuán desesperada es nuestra situación, podemos confesar nuestros pecados a Dios. Él está muy deseoso de perdonarnos. 

Por esa razón David cantó: “Señor, examina y reconoce mi corazón: pon a prueba cada uno de mis pensamientos. Así verás si voy por mal camino, y me guiarás por el camino eterno” (Salmo 139:23-24).