Gedeón, guerrero valienteMuestra

Angustiado y frustrado

Dios había llamado a Gedeón como: “guerrero valiente”, pero él no se veía de la misma manera porque la situación que estaba viviendo decía totalmente lo contrario, estaban siendo oprimidos por los madianitas y necesitaban salir de esa situación tan complicada.

Y le preguntó a Dios:

- ¿Por qué?, ¿por qué nos pasó a nosotros?

- ¿Dónde estabas tú?, ¿y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros antepasados?

¿Y tus promesas?, ¿acaso no nos prometiste buenas cosas y paz y libertad?

Dios le respondió a Gedeón que Él mismo era quien lo enviaba a pelear esa batalla y que sus enemigos se los había entregado en sus manos.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado en la misma situación con Dios? Peleando y quejándonos, angustiados y frustrados, dudando de las promesas de Dios porque no podemos verlas, pero tenemos que creerlas.

Dios nunca ha perdido una batalla, y si es Él quien nos envía es porque la victoria es segura, nuestros enemigos están en nuestras manos. Ya sea una situación adversa, enfermedad, crisis, vicio, mal habito, o lo que se ponga delante de nosotros, Dios ya nos dio la victoria.

Es momento de que te levantes y empieces a creer que la victoria está en tus manos, que Dios te envía a conquistar y que no te dejará solo.