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Aférrate a Dios

DÍA 1 DE 3

Una sola carne

Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.

Esta es la esencia del matrimonio bíblico: dejar, adherir y convertirse en una sola carne.

Primero, irse. Si una pareja no se separa adecuadamente de sus padres, entonces el matrimonio se estropea desde el principio. Honra a tus padres, ama a tus padres, pero acudan el uno al otro en busca de apoyo y dirección principalmente. Ustedes son una nueva familia; vivan como tal. Tengan cuidado con la dependencia indebida hacia sus padres.

Segundo, adherirse. La idea detrás de este término es la permanencia. El ideal de Dios es el matrimonio de por vida, «hasta que la muerte nos separe». Al comienzo de su matrimonio, decidan que el divorcio no es una opción. Si el matrimonio va a ser permanente, si saben que se mantendrán unidos sin importar lo que suceda, hará toda la diferencia en la forma en que aborden los problemas como pareja.

Tercero, convertirse en una sola carne. Una carne significa unidad en todos los niveles: emocional, espiritual, social, intelectual y físicamente. El concepto detrás de la frase «una sola carne» es intimidad, un sentido de cercanía. Ustedes son almas gemelas, amantes y mejores amigos. Viven la vida juntos. Llevan una vida compartida. Están alertas a cualquier signo de separación progresiva. Y con el tiempo, a pesar de muchos desafíos y dificultades, se vuelven más cercanos, tan cercanos que apenas pueden creerlo.

Este es el sueño de Dios para cada matrimonio: un matrimonio de una sola carne. Esta es la belleza y la gloria del matrimonio como Dios lo planeó. Haz tuyo el sueño de Dios y persíguelo con todo tu corazón.

Escrituras

Día 2

Acerca de este Plan

Aférrate a Dios

Haz tuyo el sueño de Dios y persíguelo con todo tu corazón. Él honrará tu fe, amor y lealtad, sin importar el costo. Lleva todas tus necesidades a Dios. Si hay algo que necesitas, pídeselo. Cada vez que le pides algo a Dios, glorificas a tu Padre Celestial. Pedirle cosas a Dios no es un signo de egoísmo; es un signo de dependencia.

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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jeffhwells.com/