Los que caminamos en CristoMuestra

Hemos sido hechos verdaderamente libres.

Los que caminamos en Cristo hemos sido hechos verdaderamente libres. Ya no hay condenación para los que estamos en Jesús. Ya no somos esclavos de la ley ni del pecado. Por lo tanto, no pongamos yugos que nos vuelvan a atar a la vida pecaminosa. Examinemos bien lo que suele regresarnos al gobierno del viejo hombre. Someter todo a Jesús y caminar en la libertad de Dios es lo que debemos hacer como hijos de Dios. Protejámonos y librémonos de todo lo que quiere detener nuestro crecimiento en Cristo. Mantengámonos firmes diariamente con la libertad con que Cristo nos hizo libres y no pongamos yugos en nuestra vida que nos hagan una vez más esclavos del pecado.

Somos marcados por el Espíritu y el carácter de Dios. Dios es dadivoso. Se goza en el dar y le gusta dar lo mejor a sus hijos. Su plan maestro fue dar su todo, que fue Jesús mismo en la cruz por nosotros. De la misma manera nosotros sus hijos debemos dar nuestro todo y lo mejor a él. Cada uno puede dar de acuerdo con su capacidad, la cantidad no es la misma en cada caso, pero sí el mismo deseo de dar con alegría y no como si fuera una carga o con tristeza. A Dios no le gustan las cosas forzadas, le gusta lo que se da de corazón y con agradecimiento. De la misma manera que él dio lo mejor así nosotros debemos darle a él lo mejor. Dios ama al dador alegre.

Fuimos hechos libres para dar con generosidad. Los que caminamos con Cristo entendemos que la libertad en Cristo es para lo bueno, abundante y alineado con su naturaleza. ¡Disfrutemos nuestro caminar con él!

Reflexionemos

¿Entiendes la libertad que tienes en Cristo? Esa libertad no puede llevarte a hacer lo malo, al contrario, es la mejor oportunidad para expresar lo bueno. Porque es el carácter de Cristo formándose en los hijos de Dios. Que cada día sea una continua expresión de su bondad.

Oremos

Padre amado, estamos agradecidos por la libertad que tenemos en Cristo, quien nos libertó del pecado y de la ley. Te alabamos porque tu bondad se ha extendido sobre nosotros para ser expresión viva de tu generosidad. Gracias Padre porque podemos crecer en el carácter de Cristo y ser su expresión en nuestro caminar.