Fuiste creado para un momento como este: un viaje de cinco díasMuestra

Dios nos ha dado a cada uno un papel que desempeñar en este gran drama que llamamos «la vida». Habrá momentos en los que nos llamará para que subamos al escenario y representemos el papel que Él ha creado para nosotros. Tenemos que asegurarnos de estar preparados para esos «llamados a cumplir nuestro rol» cuando nos llegue.

En la Biblia, leemos acerca de una hermosa joven judía llamada Ester, que estaba preparada para cuando le llegó el momento de entrar al escenario que Dios dispuso. Ella y su primo Mardoqueo fueron verdaderos héroes para el pueblo judío. Pero al comienzo de su historia, los dos parecen cualquier cosa menos heroicos.

Ester y Mardoqueo eran descendientes del pueblo que había sido conquistado por los babilonios y llevado al exilio. Como miembros de la raza judía —el pueblo santo de Dios— estaban llamados a vivir según sus normas y no según las del mundo. El pueblo judío debía servir de luz al mundo y demostrar la justicia de Dios.

Pero a lo largo de varias generaciones, los judíos en Babilonia habían empezado a asimilar la cultura que les rodeaba, cambiando su identidad cultural por la seguridad personal en esa tierra extranjera. Por ejemplo, el nombre de Ester estaba basado en el nombre de la diosa persa Ishtar. Su nombre hebreo era Hadasa, basado en la palabra mirto, que implica justicia.

Por eso, cuando Ester fue arrastrada, por parte del rey babilónico Asuero, en la búsqueda de una nueva reina, la respuesta de Ester y Mardoqueo fue disfrazar su identidad judía. Es una tentación a la que también nosotros nos enfrentamos hoy. El valor indiscutible de la cultura actual es la tolerancia de todas las creencias, excepto una creencia exclusiva como la del cristianismo que se adhiere a un solo Salvador y a una sola solución al problema humano. Pero como leemos en 1 Pedro 2:11, nuestra ciudadanía eterna no es la que está impresa en nuestros pasaportes. Hacemos caso a una ley superior y seguimos un bien mayor. No es el momento de mezclarnos y asimilarnos, sino de atender el llamado de Dios y seguir su norma de santidad.

Pero en esto, podemos alentarnos con Ester. A medida que se desarrolla su historia, descubriremos que, aunque al principio sintió la presión de encajar, finalmente, se dio cuenta de que tenía que destacar. Defendió a su pueblo y siguió el bien mayor de Dios para su vida.

A diferencia de otras historias que leemos en la Biblia, en el libro de Ester no encontramos ninguna mención a Dios haciendo grandes milagros como separar el mar Rojo para su pueblo, o derribar los muros de una ciudad enemiga, o levantar guerreros para liberarlos de sus enemigos. De hecho, el libro de Ester ni siquiera menciona el nombre de Dios. La oración está implícita, pero no se describe. En cambio, encontramos a Dios obrando metódicamente entre bastidores, orquestando todos los acontecimientos según su voluntad.

El libro de Ester describe el mismo tipo de situación a la que se enfrentan muchos cristianos hoy en día. Para el pueblo judío, Jerusalén parecía tan lejana y Persia parecía tan cercana y atractiva. Dios parecía estar lejos, casi como si los hubiera abandonado, y era fácil buscar seguridad en el imperio. Pero Persia les mentía, igual que nuestra cultura nos miente a nosotros. Trataba de atraer al pueblo de Dios hacia un estilo de vida mundano que solo los dejaría heridos, cansados y más alejados de Dios.

Como miembro de la iglesia de Dios, eres un guardián del mensaje de Jesús. Tienes la esperanza que este mundo necesita. Así que no busques conformarte con el mundo, sino transformar el mundo para Cristo. Es el momento de destacar y dar un paso hacia adelante. Fuiste creado para un momento como este.

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• ¿Qué papel crees que Dios te pide que desempeñes en el mundo que te rodea?
• ¿Qué decisión has tomado cuando te has enfrentado a oportunidades de compromiso?
• ¿Qué cambios necesitas hacer para representar fielmente el mensaje de Jesús?